Las universidades de Tamaulipas se encuentran amenazadas por la violencia. El campus de Reynosa de la Universidad Autónoma del estado (UAT) permaneció sin director desde diciembre, cuando su titular, Guadalupe Rivera, desapareció. En tanto, un campus de la Universidad del Valle de México permanece cerrado por amenazas e intentos de extorsión del crimen organizado.
El consejo técnico de la Unidad Académica Multidisciplinaria Reynosa-Rodhe de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), designó a Manuel Zúñiga como director del campus en la ciudad de Reynosa, debido a que el anterior titular, Guadalupe Rivera, está en calidad de desaparecido desde el mes diciembre.
Enrique Etienne Pérez del Río, rector de la UAT, dijo que Manuel Zúñiga fue electo de manera interina en espera de que aparezca el anterior titular, el cual despareció de casa de sus padres a finales del mes de diciembre.
Agregó que ante el miedo de alumnos y profesores del campus Rodhe se designó a un nuevo director y de esa manera se le da certidumbre a la escuela; aseguró que desde lunes anterior está abierta y en funciones. El rector dijo que “no contratarán ni crearan autodefensas”. “Les pedí a los profesores que convocaran al consejo técnico y nombrarán a un director interino y eligieron al profesor Manuel Zúñiga. El lunes reanudaron clases mil 570 alumnos del campus de la universidad”, señaló.
El profesor Guadalupe Rivera desapareció de la casa de sus papás en la ciudad de Reynosa, a finales del mes de diciembre, según la rectoría los plagiarios le exigieron a su esposa un rescate, por lo que presentó una denuncia en la procuraduría estatal; sin embargo, el caso sigue sin esclarecerse.
Por otro lado, el campus de la Universidad Valle de México permanece cerrado desde el 15 de enero por amenazas e intentos de extorsión por parte del crimen organizado.
“El campus se cerró en respuesta a una amenaza recibida por parte del crimen organizado que quería entrar a las instalaciones y si no tomaría represalias. Entonces hemos decidido cerrar el campus y retirar el personal de seguridad” dijo Sophie Anaya, vicepresidenta de asuntos corporativos y comunicación de la casa de estudios.
Las autoridades de la universidad tratan de evitar una confrontación con los criminales que pueda derivar en consecuencias para sus empleados y estudiantes.
Anaya agregó que “no hemos querido entrar en detalles para no alertar a los propios delincuentes para que tomen represalias y generar más intranquilidad”.
“Estamos trabajando en un plan de emergencia para ofrecer alternativas a nuestros estudiantes y garantizar que puedan continuar con sus estudios”, dijo Anaya, que espera que la institución pueda ofrecer soluciones en un par de semanas.
Se trata de la segunda ocasión en este año académico en que esa universidad debe suspender sus actividades en el estado de Tamaulipas, azotado por la violencia del narcotráfico.
“En septiembre tuvimos el problema en el campus de Reynosa”, dijo Anaya. “Pedimos ayuda de las autoridades que nos brindaron protección adicional para reanudar las clases pero esa protección adicional ya no está”, explicó. “Allí seguimos con las clases pero obviamente con todos los focos encendidos”, dijo.
La Jornada
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