Se tomó la justicia por sus manos. El violador era uno de sus mejores amigos.
Ella decidió darle una lección y evitar la burla de las autoridades.
Una joven fue víctima de violación y decidió contar su historia en Vice, sitio al que narró que tras la agresión, decidió no denunciar los hechos porque no confía en la justicia mexicana, no quería exponer a su familia ni ser revictimizada, pero tenía que hacer algo al respecto…
Recuerda que todo comenzó cuando decidió ir a su bar favorito con sus amigos, posteriormente uno de ellos ofreció su departamento para continuar bebiendo.
En ese lugar, hubo tequila y cerveza, posteriormente ella fue a dormir a la parte de abajo de una litera que había en la única habitación del lugar, donde todo comenzó a ser confuso.
“A la mañana siguiente desperté cuando tocaron la puerta desde afuera de la habitación. Abrí los ojos y lo primero que recuerdo sentir fueron sus brazos apretados sobre mí. Mi vestido estaba revuelo y no tenía ropa interior”, cuenta.
Tras esto, se sintió culpable de lo ocurrido, pero su novio le hizo ver que no fue así, que su mejor amigo la había violado y él mismo aceptó que habían tenido relaciones.
“Hola, oye, pues… sólo me queda una duda… ¿crees q todo vaya seguir igual entre nosotros después de lo q paso? Ya ves, por aquello de que no usamos ninguna protección (sic)”, le escribió en un mensaje.
¿Qué podía hacer? Sabía que la justicia no actúa, que se mofan de las víctimas.
“Recuerdo tan sólo aquello de lo que se hubieran burlado en una denuncia. Me pude imaginar esperando incontables horas en el Ministerio Público, embestida por la indiferencia de un sistema judicial obsoleto, que de acuerdo a la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas de México, tan sólo consigna al uno por ciento de los agresores sexuales en el país. Casi podía escuchar a los policías repetir ese discurso que seguro tienen ensayado, en el que yo, de algún modo u otro, era la culpable”, dice.
“Yo no elegí denunciar sólo por el miedo a que mi caso quedara en la impunidad. Temía también que denunciar agravara mi situación, volver a sentirme una víctima”, agrega.
Entonces decidió citar a su agresor y que sus amigos y novio le dieran una golpiza. Tras esto, el joven huyó y nunca volvió a saber de él.
Lee el texto completo en: Vice
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