Los restos del profesor Claudio Castillo –quien murió el martes 24 de febrero durante el desalojo de manifestantes realizado por la Policía Federal en Acapulco– fueron velados la noche de ayer por familiares y cerca de 500 maestros de la Coordinadora General de Trabajadores de la Educación de Guerrero (Ceteg), entre los que se encontraban no sólo compañeros directos del mentor fallecido, sino alumnos suyos también.
En un acto luctuoso marcado más por la indignación y el enojo, ante lo que consideraron un asesinato a manos de la policía, que por la tristeza misma, los profesores –reunidos en las instalaciones del ex Instituto de Educación Básica y Normal ubicadas a un costado de la costera turística de este puerto– recibieron el féretro del maestro Castillo alrededor de las 22:30 horas, entre un aplauso atronador que, sin embargo, se mezcló con la rechifla dirigida a la prensa, cuya presencia fue repudiada por todos los presentes, aunque finalmente permitida como concesión a los familiares del mentor fallecido, quienes previamente habían dado su autorización para que se diera cobertura periodística a la vela.
Un par de minutos después, la prensa fue expulsada, siempre entre rechiflas.
“El profesor Claudio –recordó un maestro presente en el acto, quien pidió el anonimato– era un luchador social ya desde los años 70, cuando a mí me dio clases de historia, en la secundaria, pero siempre fue alguien que abogó por las acciones pacíficas, por no caer en la violencia, ‘siempre hay otros caminos’, decía él, y es paradójico, y triste, que perdiera la vida en un hecho violento: el criminal operativo de la Policía Federal, de este martes (24 de febrero).”
Con Información de Animal Político
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