La escritora mexicana fue severamente criticada después de que señalara que el nuevo feminismo le producía “largos bostezos”
Su primer libro Papeles falsos ya está en su tercera edición, mientras, diferentes escritores la recuerdan solamente por una de sus columnas en El País, ¿qué tan reduccionistas nos vemos al anular toda su obra ante su crítica al feminismo?
Por Juventino Montelongo
Todavía a finales de la semana pasada el nombre de Valeria Luiselli estaba presente en más de una columna de opinión, blog electrónico y decenas y decenas de tuits de odio-apoyo-burla gracias a su columna en el periódico El País.
Su publicación intitulada Mujeres: Nuevo feminismo le trajo, además de nuevos lectores, una cascada de críticas al asegurar que hubo un atraso en el feminismo, el cual, actualmente le produce “largos bostezos”.
“En resumen: frente a la catastróficamente imbécil realidad actual, todas las mujeres brillantes que conozco han tenido que intercambiar sus ideas por posturas; tenido que reemplazar el libre ejercicio del pensamiento complejo por el aburrido derecho a salir a la calle con cartulinas”, aseguró la escritora mexicana en la misma publicación.
El tono de los comentarios sobre su publicación estuvo más cargado hacia las críticas, las cuales se movieron entre los que fueron lanzados hacia su persona y su posición económica hasta los que llevaron a cabo un análisis profundo sobre su texto y las consecuencias del mismo.
En un país en el que las mujeres asesinadas se contabilizan por miles, decir que las marchas que alzan la voz en contra de los feminicidios es “aburrido” o provoca hueva es más que políticamente incorrecto, incluso, la falta de tacto podría considerarse una clase de apología al tema.
Luiselli, hija del diplomático Cassio Luiselli Fernández, primer embajador de México en Sudáfrica, ha tenido la oportunidad de viajar por diferentes partes del mundo y escribir sobre ello.
La primera vez que la leí me pareció aburridísima, no entendía cómo una persona que ha acumulado tantos datos e información que bien podría ser moldeada de una manera interesantísima, termina haciendo textos tan planos como vacíos. Pero bueno, soy terco y no descansé hasta leer un libro suyo de principio a fin.
Su primer libro, Papeles falsos, fue considerado por el periódico Reforma como uno de los mejores del año. En él reúne una serie de breves ensayos narrativos donde toca temas tan diversos que parecería que su escritura es dispersa.
Parecería. Luiselli va trazando en un mapamundis imaginario los puntos que tocará y cómo ellos se unen gracias a hilitos invisibles.
Al hablar con el portero de su edificio, éste le recomienda que no duerma en su casa, que mejor salga a la calle a rentar un cuarto de hotel y con ello experimentar un poco más su intimidad.
¿Cómo? Mientras comparten un cigarro, el hombre le asegura que despertar en camas ajenas, dormir en lugares que no conoce o bañarse en regaderas que nunca más pisará de nuevo, hará que su espacio personal, por llamarlo así, se fortalezca, y por ende, la intimidad sea eso, algo íntimo y propio.
En el apartado “Departamentos amueblados” del capítulo Mudanzas: volver a los libros, Luiselli hace una lectura doble de la realidad, por un lado está la mudanza en sí, en la cual descubre una serie de cajas llenas de libros, los cuales hacen que recuerde los momentos en los que leyó tal o cual cosa.
“Volver a un libro se parece a volver a las ciudades que creímos nuestras, pero que en realidad hemos y nos han olvidado. En una ciudad, en un libro, recorremos en vano los mismos caminos, buscando nostalgias que ya no nos pertenecen”.
Abrimos un libro y encontramos una frase subrayada hace tiempo, que ahora no tiene sentido y tenemos que hacer un gran esfuerzo por recordar por qué resaltamos esa frase y no otra. Esto mismo sucede con nuestros antiguos domicilios, lugares que creemos aún propios pero que con el paso del tiempo han recobrado la extrañeza de un sitio que nunca hemos visitado.
Juzgar a un autor solamente por una de sus publicaciones o ideas es reducir a una persona entera a un momento, una frase o imagen. O no, y ahí está el chiste.
Valeria Luiselli
Editorial Sexto Piso
$250
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