La pieza se encuentra en Plaza Miyana
La calavera muestra a una mujer indígena sentada en el suelo y pidiendo dinero
Un ofrenda que fue colocada en el área de comida de un centro comercial de Polanco, en la Ciudad de México, causó indignación entre los usuarios de redes sociales por representar a una mujer indígena.
La pieza fue colocada en el área de restaurantes de Plaza Miyana y causó el enojo de algunas personas por mostrar a una mujer indígena sentada en el suelo y con las manos extendidas pidiendo dinero, como lo hacen varias mujeres en distintos puntos de la ciudad.
El sitio Huffingtonpost realizó un análisis para tratar de entender por qué algunas personas consideraron una ofensa esta figura.
De acuerdo con los datos de la Secretaría de Cultura, en México existen 68 pueblos indígenas asentados en al menos 20 de los 32 estados de la República. Suman alrededor de 11 millones de personas, lo que representa el 10 por ciento de la población total del país.
De este modo, si varias regiones del país están habitadas por este sector de la población, por qué no hablar de ellos y de lo que representan en la historia cultural del país.
Al respecto, Amartya Sen, filósofo, economista bengalí y ganador del Premio Nobel de Economía de 1998, señala que: “la cultura es parte del conjunto de capacidades de las personas, que condicionan cómo las personas toman sus decisiones y se coordinan con otros actores sociales”.
El clasismo, basado en el color de piel es una realidad del mexicano, en donde la publicidad juega un papel muy importante creando estereotipos discriminatorios.
Asimismo, Raymundo Campos, profesor del Centro de Estudios Económicos del Colegio de México, explica que la discriminación es un fenómeno cultural de la sociedad mexicana que se refuerza con la ausencia de políticas públicas en favor de la variedad étnica del país.
La calavera en forma de mujer indígena no va ayudar a impulsar sus derechos. Representar su imagen en una ofrenda nos debería hacer reflexionar sobre qué acciones se están tomando en favor de este género en México, donde la violencia física, emocional y económica en contra de las mujer es un fenómeno recurrente en todos los sectores, pero principalmente en el indígena.
Quitar el esqueleto de la ofrenda tampoco solucionará el problema, pues ocultarlo solo hará que una vez más discriminemos a las personas que poseen los rasgos característicos de este país y que han construido la cultura del mismo.
Lee la nota completa en HuffingtonPost
Sé parte de la conversación