Meegan Hefford se obsesionó por la transformación de su cuerpo y se interesó en el fisicoculturismo
Su dieta la complementaba con licuados de proteína que consumía en exceso
Una joven australiana de 25 años falleció en su casa por consumir en exceso licuados de proteína.
Luego de tener a su segundo hijo, Meegan Hefford comenzó a tomar un medicamento para tratar una depresión post parto, el cual le hizo subir de peso, por ello decidió comenzar una vida fitness.
Inició yendo al gimnasio y cambiando su alimentación, pero lo que en un principio fue una rutina para mejorar su salud se transformó en una obsesión por su cuerpo, pues se interesó por practicar el fisicoculturismo que le exigía llevar una dieta estricta en la cual debía consumir carnes rojas, pollo y claras de huevo.
Su menú lo acompañaba con un suplemento alimenticio rico en proteínas que preparaba en forma de licuado.
“Yo siempre creí que se veía más saludable que nunca, jamás la pensé dos veces sobre su dieta”, comentó su mamá, Michelle White.
Un día, Michelle visitó a su hija y notó que le temblaban las manos y le sugirió que descansara de sus rutinas de ejercicio. Sin embargo, dos días después, Meegan fue encontrada por paramédicos en estado inconsciente en su departamento.
“Me tranquilicé a mí misma pensando que sólo estaba cansada, pues ella era una chica muy saludable. No tenía idea de que su obsesión la terminaría matando”, declaró Michelle.
En el hospital la joven de 25 años fue diagnosticada con muerte cerebral, motivo por el cual su mamá optó por desconectarla.
De acuerdo con los análisis médicos, Meegan padecía de un trastorno de ciclo de urea, un desorden genético que no permite que el cuerpo procese el amoniaco en la sangre.
Cuando esta sustancia se acumula en grandes cantidades puede causar daños irreversibles en el cerebro, aunado a ello el exceso de ejercicio y de dietas altas en proteínas crean un alto contenido de amoniaco en el cuerpo.
Ahora Michelle lucha para que la industria regule el uso de los suplementos de proteínas para evitar futuras muertes como la de su hija. Recientemente su petición llegó al Ministerio de salud de Australia.
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