¡Vivan los moños bien puestos! La hija se afeitó en solidaridad con su madre por la enfermedad.
Ahora ambas se tatuaron la cabeza como símbolo de “esperanza y súplica”
En Texas, Estados Unidos, Verónica Quintanilla, madre de 47 años y su hija Victoria Vargas se hicieron un tatuaje a juego para celebrar el fin del tratamiento del cáncer de mama de la progenitora.
Durante la segunda lucha contra el cáncer de mama de Quintanilla, su hija se afeitó la cabeza en solidaridad con su madre. Tras el último tratamiento de quimioterapia, Victoria propuso Verónica hacerse un tatuaje a juego en la cabeza.
A finales de junio, madre e hija se hicieron el tatuaje en la cabeza como símbolo de “esperanza y súplica” para que el cáncer no regrese. “Estos tatuajes son algo especial entre mi hija y yo, para no volver a verlos”, confesó la progenitora.
A Verónica le diagnosticaron cáncer de mama en 2004; se curó, pero en 2015 el cáncer volvió.
Quintanilla tiene tres hijos de 21, 19 y 17 años y, a pesar de que la han apoyo mucho, su hija mayor, Victoria, fue el mayor soporte cuando más lo necesitaba.
Vargas se hizo cargo de la madre, “fue un gran consuelo para mí tenerla allí, ella no mostró en ningún signo de debilidad”, reveló su progenitora.
“Es un símbolo de mi doble lucha contra el cáncer de mama y del profundo amor de madre e hija”, dijo Quintanilla.
“Significa que cualquier situación puede superarse, independientemente de lo difícil que sea y que siempre hay un resquicio de esperanza”, expresó Vargas.
Quintanilla confesó que con el paso del tiempo la gente olvidará los lazos rosas, pero las dos lo recordarán siempre. “Mi hija y yo seremos las únicas que sabremos que están ahí porque es algo especial que hemos compartido juntas”, dijo.
Fuente: Antena 3
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