Manpreet Singh nació en 1995, pesa 11 libras y no puede hablar
Su extraña condición podría tratarse del Síndrome de Laron, pero no ha podido ser diagnosticado correctamente por falta de recursos
Un hombre, de 23 años de edad, ha quedado atrapado en el cuerpo de un bebé, debido a una enfermedad genética no diagnosticada.
Manpreet Singh vive en Hisar, al noroeste de la India, y es conocido como el “hombre tamaño de una pinta”, en alusión a la medida de un tarro de cerveza, pesa 11 libras y nació en 1995.
Este hombre, después de un año de nacido, dejó de crecer. Ahora requiere de los cuidados de un bebé, por lo que sus tíos se hacen cargo de él y lo llevan a todas partes.
La familia de Singh no sabe por qué dejó de crecer a una edad tan temprana, mientras que los médicos locales sugieren que puede tener un desequilibrio hormonal debido a una condición genética como el Síndrome de Laron.
Sin embargo, él nunca ha podido recibir un diagnóstico, pues su familia no puede pagar las investigaciones preliminares al respecto, que costarían más de 5 mil libras esterlinas, es decir, unos 128 mil pesos mexicanos.
De acuerdo con el sitio Noticieros Televisa, las personas que padecen el síndrome de Laron no pueden usar la hormona del crecimiento, al mismo tiempo que carecen del Factor de Crecimiento Tipo Insulínico, también conocido como IGF-1 (del inglés: insulin-like growth factor-1), la sustancia responsable de los efectos de crecimiento de esta hormona que estimula a las células al crecer y dividirse para formar nuevas células. Un tercio de los afectados por este síndrome viven en aldeas remotas en la provincia de Loja, al sur de Ecuador.
https://www.youtube.com/watch?v=g4t1CKA0kq8
Singh tiene dos hermanos: Jaspreet, que acaba de cumplir 17 años, y Mangaldeep. Ambos están física y mentalmente desarrollados.
El pequeño hombre tiene características físicas que llaman la atención de los pobladores: su cara es grande y tiene la piel flácida. Las palmas de sus manos y pies están hinchadas y se comunica a través de gestos porque le es imposible pronunciar palabras. Ríe, grita y llora, pero su condición no le permite mantener conversaciones.
“Manpreet se ríe como un niño pequeño y rara vez se pone triste. Solo cuando los perros o cualquier otro animal hacen un sonido, se aterroriza y llora. Es un niño encantador y hace señas a los invitados con las manos para que se sienten e intenta hacerse amigo de ellos”, dice su tío Karanvir Singh, de 45 años.
Su tía Lakhwinder Kaur dice que “Manpreet adora la torta de leche y come roti (pan plano). Él ama su té de la mañana y come solo uno o dos rotis al día sin ningún daño. Aunque solo habla en monosílabos como maa (mamá), aprendió las habilidades para comunicarse a través de gestos”.
Estudiante de Puebla humilla a su compañera y presume el video en redes
“Lo llevamos a algunos médicos, pero su condición no podrá mejorarse. Hemos aceptado su destino y de alguna manera estamos felices de tenerlo ya que su alegría ilumina el ambiente”, declaró su primo Mandeep con quien también convive.
Los médicos aseguran que antes de dar un diagnóstico completo de su enfermedad necesitan llevar a cabo una investigación adecuada para determinar las verdaderas causas, pero los recursos de la familia son insuficientes para poder costear estos estudios.
Sé parte de la conversación