Investigadores de la FES Cuatitlán quieren combatir enfermedades ocasionadas por la ingesta de huevos Toxocara canis
Las enfermedades de seres humanos asociadas a parásitos que habitan en perros y gatos debería considerarse un problema de salud pública
El síndrome de larva migrans visceral o de larva migrans ocular, son una de las afecciones asociadas con la ingesta de huevos de Toxocara canis, un parásito que infecta a perros y gatos.
Los huevos Toxocara canis están presentes en las heces de las mascotas infectadas y una vez que se secan permanecen en la tierra o el aire, dispersándose hasta ser ingeridos por los humanos, infectando hígado, corazón, pulmones, riñones y hasta almacenarse en el cerebro y la musculatura esquelética, donde generan procesos inflamatorios. Los síntomas pueden ser confundidos con otra problemática por lo que los medicamentos recomendados no resultan efectivos.
Ante esta problemática, un grupo de investigadores de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán, perteneciente a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), coordinados por el doctor Juan Pablo Martínez Labat estudia diversos aspectos de la epidemiología, los mecanismos patogénicos y opciones de tratamiento de la toxocariosis, así como del estudio de la ancilostomiasis canina causada por Ancylostoma caninum, un parásito del intestino delgado que se alimenta de sangre.
Las enfermedades asociadas a estos organismos tanto en seres humanos como en las mascotas debería considerarse un problema de salud pública, ya que México es el país con mayor población canina de América Latina. Con alrededor de 23 millones de perros, de los cuales 10 millones viven en la calle.
Por su parte, el doctor Carlos Esquivel Lacroix, jefe de Vinculación de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM, calcula que 30 por ciento de los perros en el país tiene propietario, 30 por ciento se considera comunitario (son alimentados por grupos de personas en condición de calle) y 40 por ciento restante está en la vía pública.
Tan solo en la Ciudad de México existen un millón 20 mil perros en la calle, lo que representa una fuente de infección ya que cada animal evacua 600 gramos de excremento a diario, lo que se traduce en 18 kilogramos al mes y como la mayoría de estos animales no está desparasitado se convierte en un foco real de contaminación.
El polvo orgánico se mide en bacterias contaminadoras del aire por metro cúbico (CFU), siendo que el índice aceptable es de mil CFU, pero en México ese índice es al menos cinco veces mayor al recomendable, según el Centro de Educación y Capacitación para el Desarrollo Sustentable de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) de las 174 enfermedades transmisibles de animales a humanos, 53 de ellas son transmitidas por los perros. Se trata de enfermedades zoonóticas cuyos agentes infecciosos pueden ser bacterias, parásitos, virus y hongos.
El doctor Juan Pablo Martínez Labat indicó a la Agencia Informativa Conacyt que en la zona norte del Área Metropolitana de la Ciudad de México han detectado que alrededor de 75 por ciento de los perros está infectado con Toxocara canis y Ancylostoma caninum; desarrollan un estudio para determinar el impacto que tiene la aspiración de huevos de Toxocara canis presentes en el aire o el polvo y su asociación con procesos inflamatorios crónicos de las vías respiratorias que presentan una evolución que puede ser confundida con cuadros alérgicos.
Los investigadores dela FES Cuautitlán realizaron pruebas en ratas de laboratorio al aplicar variables de huevo larvados y observaron que los animales presentaron procesos inflamatorias en bronquios, tráquea y bronquiolos que se fueron haciendo más severos conforme pasaba el tiempo y se incrementaba la cantidad de fases infectantes inoculadas, proceso que se puede mantener durante varios meses.
Como parte de la investigación los médicos de esta institución están en el proceso de crear un medicamento para desparasitar a los animales a base de ivermectina, formulado en forma de gel que con el simple acto de aplicarlo en la piel del animal permite desparasitarlo interna y externamente.
El doctor David Quintanar Guerrero, responsable del laboratorio de investigación y posgrado en Tecnología, y su grupo de investigación formularon este medicamento que una aplicación elimina el 99 por ciento de fases adultas de Toxocara canis y Ancylostoma caninum.
Apoyados con recursos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y del Programa de Apoyo a Proyectos de Investigación e Innovación Tecnológica (PAPIIT), decidieron probar vías de administración no invasivas, siendo la cutánea la más indicada, debido a que la piel de los perros tiene una importante cantidad de folículos pilosos a través de los que permea el fármaco, que garantiza una absorción representativa constante.
Con el respaldo de la Coordinación de Innovación y Desarrollo de la UNAM, el proyecto ya recibió la patente en México y es probable que se transfiera algún laboratorio para su comercialización. Además el equipo de trabajo evalúa la posibilidad de fabricarlo en otras presentaciones como un parche o collar.
Para evitar enfermedades parasitarias es recomendable bañar continuamente a la mascota, además de recoger y desechar de forma correcta las heces de los animales.
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