Acusó que el caso de espionaje de Rusia es una invención de los medios
El presidente también mintió sobre su postura frente a la guerra de Irak, señalando que desde el principio estuvo en contra, a pesar de que tocó el tema mucho tiempo después
Una de las primeras acciones de Donald Trump como presidente de Estados Unidos fue mentir durante su primer día en el cargo, ya que él y su equipo de trabajo falsearon cifras del número de asistentes al acto inaugural de su mandato.
También mintió sobre su postura frente a la guerra de Irak, señalando que desde el principio estuvo en contra, aunque las declaraciones de la época señalan que nunca mostró una posición al respecto sino mucho tiempo después.
Al ser cuestionada sobre las cifras de los asistentes, la asesora presidencial Kellyanne Conway le respondió a un periodista “no seas tan exagerado, Chuck. Estás diciendo que es una mentira, y ellos están dando… Nuestro jefe de prensa, Sean Spicer, dio hechos alternativos a eso”.
Uno de los casos dentro de estos “hechos alternativos” tuvo que ver con un caso de espionaje, ya que los servicios de inteligencia de Estados Unidos acusaron al gobierno de Rusia de estar detrás de los ataques contra Hillary Clinton, entonces candidata presidencial y rival de Trump.
En ese entonces, Trump aseguró que dichas declaraciones no eran fiables, por lo que se burló de ellos, aunque no secreto, sino en su propia cuenta de Twitter y declaraciones a medios.
Fue a estos mismos medios a los que culpó de haber creado dicha polémica, pese a las pruebas en su contra.
“Julian Assange dice que ‘un chaval de 14 años podría haber hackeado a Podesta’. ¿Por qué tuvo tan poco cuidado el Partido Demócrata? ¡Además dijo que los rusos no le dieron la información!”, escribió Trump en su cuenta de Twitter el pasado 4 de enero.
Un día antes, el presidente de EU ya los había acusado de mentir, asegurando que “el briefing de ‘inteligencia’ sobre el llamado ‘hackeo ruso’ ha sido retrasado hasta el viernes, quizás necesiten más tiempo para construir su caso. ¡Muy extraño!”.
Además, respaldó las declaraciones de su jefe de prensa Sean Spicer, sobre el número de asistentes a su toma de posesión,
Spicer aseguró que Trump tuvo “al mayor público en cualquier inauguración, punto, tanto en persona como alrededor del mundo”.
Dijo que al menos 420 mil personas tomaron el Metro durante ese día, frente a las 317 mil que se registraron en la inauguración de Obama, a pesar de esto, las cifras de la red de transporte, citadas por el The Washington Post, señalan que fueron 570 mil las que viajaron durante su toma de protesta, frente al 1.1 millones de personas registradas en la toma de protesta del expresidente.
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