Trump prometió combatir a los grupos extremistas, pero no explicó cómo lo haría.
Los Yihadistas buscan atraer militantes a sus frentes de batalla, aprovechando el impacto por la victoria de Donald Trump como presidente electo de los Estados Unidos.
Simpatizantes del estado Islámico comparten la idea de que los mensajes de Trump contra los musulmanes ayudarán para que crezca el número de adeptos islamitas, en especial el de los jóvenes marginados de países en occidente.
“Este tipo es un maniaco total. Su odio absoluto hacia los musulmanes facilitará nuestro trabajo porque podremos reclutar a miles”, dijo el comandante máximo del Estado Islámico en Afganistán, Abu Omar Khorasani.
Durante su campaña Trump hizo duras declaraciones en contra de grupos extremistas, a quienes prometió derrotar “de la misma forma en la que ganamos la Guerra Fría”, pero tiempo después suavizaría su discurso, diciendo que si llegaba a la Casa Blanca sólo buscaría la suspensión temporal de la inmigración proveniente de esos país que cuentan con un historial “de exportación de terroristas”.
A pesar de sus propuestas, Donald Trump no dio muchos detalles sobre cómo combatir a los grupos extremistas radicales como el Al Qaeda y los talibanes.
“Él no hace diferencias entre islamistas con tendencias moderadas y extremistas y al mismo tiempo pasa por alto el hecho de que el extremismo generará más extremismo”, dijo el líder militar Moqtada al-Sadr.
Se sabe que en Estados Unidos han sufrido inumerables ataques de parte de grupos islamistas. Un ejemplo de ataque fue el ocurrido en junio, al interior de una discoteca en Orlando que dejó como saldo 49 muertos por parte de un elemento del Estado Islámico.
Fuente: Excélsior
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