Para el megaproyecto vial se destinarían 6.5 mil millones de dólares y mil 528 kilómetros
Ambientalistas refieren ejemplos de iniciativas de ecoturismo que han fracasado en diversas partes del mundo
El diario estadounidense The Wall Street Journal destacó que el tren maya, obra insignia del presidente Andrés Manuel López Obrador, es un ambicioso proyecto para generar ingresos en favor de las comunidades en su mayoría pobres e indígenas de la península de Yucatán
Para el megaproyecto vial se destinarían 6.5 mil millones de dólares y constaría de mil 528 kilómetros, los cuales atraerían a miles de visitantes a los sitios arqueológicos mayas.
Sin embargo, el diario refirió que quienes se oponen al proyecto argumentan que dañará al medio ambiente por el número de turistas que visitaran la región, así como a nuevos residentes, lo que podría generar un suministro de agua sobrecargado, deforestación y contaminación.
“Con las selvas tropicales, su gran importancia es la filtración de agua. Es un recurso del que todos dependemos como sociedad. La región de Calakmul es una de las áreas más importantes de captura de agua en la tierra”, indicó Maria Andrade, directora de ProNatura Yucatán, un grupo ambientalista que está en contra del proyecto.
“Si esta selva tropical desaparece, estamos condenando a especies clave, carismáticas, especies emblemáticas de México, a la extinción”, agregó en declaraciones retomadas por Reforma.
Pero detrás de este debate ambientalista, están las posibles mejorar sociales para la población de Yucatán, quienes históricamente han estado fuera del desarrollo y la prosperidad que ha tenido el centro y norte de México.
En este sentido, el mandatario federal sostiene que degradación ambiental es resultado de la desigualdad, ya que cuando las personas son pobres y sin opciones recurren a actividades como la tala ilegal o la limpieza de tierras de selva tropical destinadas para el ganado.
Pese que las autoridades mexicanas afirman que el proyecto del tren se llevará a cabo de una manera sostenible, los ambientalistas refieren ejemplos de iniciativas de ecoturismo que han fracasado en diversas partes del mundo.
“No existe el turismo sin costo”, aseveró David Weaver, un geógrafo que enseña en la Universidad Tecnológica de Queensland en Brisbane, Australia.
“Está claro que a este tipo no le importa el medio ambiente”, comentó Gustavo Alanis-Ortega, director del Centro Mexicano para los Derechos Ambientales, una organización sin fines de lucro.
Por su parte, Adrián Fernández Bremauntz, fundador y director ejecutivo de la Iniciativa climática sin fines de lucro México, expresó que se siente “totalmente traicionado” por la actual administración federal.
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