El dueño del restaurante expresó que la mejor recompensa que puede tener es “poder ayudar al prójimo”
En sólo tres días La Casa del Patrón repartió arroz y frijoles, tacos, quesadillas, fajitas, pollo asado, carne con queso, entre otros platillos
Luego de los daños que causó el paso del huracán Florence, un restaurante mexicano ubicado en Havelock, Carolina del Norte, ofreció comida gratuita a alrededor de dos mil damnificados.
En medio de apagones, inundaciones y extensos daños, los alimentos fueron repartidos a los damnificados, muchos de quienes no habían probado un bocado caliente desde el pasado viernes cuando el huracán tocó tierra.
El humanitario gesto fue obra del restaurante mexicano “La Casa del Patrón”, mismo que fue anunciado a través de su página de Facebook.
La respuesta a dicho llamado fue tan abrumadora que el restaurante pronto agotó su alacena, pues en sólo tres días repartió arroz y frijoles, tacos, quesadillas, fajitas, pollo asado, carne con queso derretido, trocitos de pollo o macarrones.
En entrevista retomada por La Opinión, Antonio Quezada, dueño del establecimiento de comida, expresó que la mejor recompensa que puede tener es “poder ayudar al prójimo”, misión en la que colaboraron su familia y sus 30 empleados.
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“Afortunadamente el huracán bajó de categoría y no tuvimos que irnos, pero nos tocó con fuertes lluvias, inundaciones. Hay casas destruidas, acá todavía no tenemos luz en el negocio, y hay mucha gente que todavía está bajo agua”, relató Quezada.
“Se nos acabó la campaña porque se nos acabó la comida, pero de lo contrario hubiéramos seguido ayudando a la gente. Le echamos ganas, y le puedo decir que en la cocina, mis empleados estuvieron cocinando a 100 grados de calor, sin aire acondicionado, sin luz”, enfatizó.
“La gente nos quiso dar donaciones pero no se las aceptamos porque están pasando necesidades… cuando llegamos, esta ciudad nos acogió bien, nos ha ido bien, y sentí que como mínimo debíamos devolverle algo a la comunidad. Las bendiciones que hemos recibido, ya estamos más que pagados con eso”, agregó.
El dueño de La Casa del Patrón destacó que se siente bendecido por tener entre sus allegados a “gente trabajadora, empleados nobles y excelentes personas, porque todos venimos a este país a trabajar”.
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