Entre los trabajos están los choferes, checadores, llenadores y hasta personas que limpian llantas
Al mes, estas personas se llevan entre 18 mil pesos mensuales. Lo malo, es que todos están obligados a pagar derecho de piso para poder trabajar
Por Juventino Montelongo
En la estación del Metro Indios Verdes de la Ciudad de México existe un paradero para diferentes transportes que llevan a las personas a diferentes municipios del Estado de México o simplemente a la periferia de la misma capital.
Entre los más utilizados por los usuarios están las combis, cuyas tarifas están entre los 10 y los 16 pesos, dependiendo de la distancia recorrida, ya que muchos de ellos llegan a Tecámac, Zumpango o incluso al estado de Hidalgo.
Aquí laboran choferes, llenadores (quienes son los encargados de señalar a dónde va cada combi y cuál es la tarifa por ello), checadores (quienes revisan los horarios de salida y entrada de las combis) y hasta personas que trabajan únicamente limpiando las llantas y rociando aromatizante en las unidades, para evitar malos olores.
Todos y cada uno de ellos reciben entre cinco y 25 salarios mínimos al día, pese a que muchos de ellos ni siquiera terminaron la secundaria.
12 mil pesos al mes por limpiar llantas y aromatizar las unidades
Quienes se encuentran más abajo en esta cadena de empleados son los encargados de rociar el aromatizante a las unidades y limpiar las llantas. Estas personas, quienes por lo común sólo tienen estudios de nivel básico, laboral desde las 7 u 8 de la mañana y terminan a las 3 de la tarde, llevándose entre 350 y 500 pesos al día. Así, su salario, por más bajo, llega a los 12 mil pesos mensuales, mientras que lo máximo que llegan a ganar son 15 mil.
Los checadores, a merced de los choferes
Los checadores son los que siguen en esta pirámide. “Jorge”, quien prefirió omitir su nombre verdadero, dijo que él entra a trabajar a las 5 de la mañana y se va a las tres de la tarde. En este lugar tiene ocho meses trabajando, ya que asegura que los mueven de lugar constantemente. Por su trabajo a él le dan entre 400 y 600 pesos, aunque no siempre es así, ya que muchos choferes (quienes son los encargados de pagarle no siempre le quieren dar), por lo que por lo común son 400 pesos o menos los que sacan al día, con lo cual su sueldo sería de entre 12 mil y 18 mil pesos al mes.
A diferencia de sus otros compañeros, él sí está contratado, su contrato lo firmó con la empresa Autotransportes Sn. Pedro Sta. Clara Km 20 S.A. de C.V.
Llenadores, ganan hasta 18 mil pesos al mes
Los llenadores, como se autonombran, son los que le siguen. Ellos sacan entre 400 y 600 pesos todos los días, como el caso de José Alfredo, quien terminó la prepa abierta y desde hace cinco años labora en la terminal de Indios Verdes. En un día malo, asegura, saca 400 pesos que al final de mes suman 12 mil pesos, mientras que en los días buenos llega a sacar 18 mil pesos mensuales.
Él también cuenta con un contrato firmado con la misma empresa que “Jorge”.
Los choferes están arriba de la cadena de empleados
Por conducir una combi puedes sacar hasta dos mil pesos al día, esto calculando que todas las personas toman el viaje más barato, que es de 10 pesos y la capacidad de las unidades es de 20 personas, cada uno de los viajes sale en 200 pesos, por lo que al final de cada jornada laboral ven las recompensas.
Cobro de piso a todos los trabajadores
Totalmente independiente de la misma empresa, existe otro requisito que cada uno de los trabajadores debe pagar: el cobro de piso.
“Jorge” apunta en una libreta el número 100, y mientras lo señala dice que eso es lo que él y los demás checadores deben “cubrir” todos los días.
Además de él, a los llenadores les exigen 50 pesos al día, mientras que los choferes son los menos afectados: 350 pesos al mes.
¿Qué pasa si no pagas?
La respuesta de “Jorge” la hace levantando su puño y lanzándolo a un rostro imaginario. “Tratamos de evitar eso”, asegura.
Él señala que las personas que no pagan son golpeadas fuera de la terminal, por eso, todos se aplican, para no ser amedrentados.
Pese a esto, dice que no se anima a denunciar, ya que las mismas autoridades están coludidas con estas personas que, dice, ya estaban cuando él comenzó a trabajar y no tiene idea quién o quiénes sean.
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