Reconoció que cuando comenzó a hacer películas para adultos tuvo mucho miedo
“Realmente no me veo como una víctima… Tomé mis propias decisiones”, dijo la joven
La ex actriz porno Mia Khalifa compartió en una entrevista para el programa “Hard Talks” de la BBC algunos detalles sobre su breve pero exitosa carrera en la industria porno.
“No fue ‘Oye, ¿quieres meterte al porno?’. Fue más un ‘Eres hermosa, ¿te gustaría modelar un poco? Sabes, tienes un gran cuerpo y creo que serías genial para modelar’. Cosas así. Y después de que llegué al estudio, era un lugar muy respetable, un lugar magnífico en Miami… Estaba limpio. Todos los que trabajaban allí eran amables. Todos sus cubículos estaban decorados con fotos familiares. Como si no fuera nada dudoso o algo que me hiciera sentir incómoda”, recordó la joven.
“Realmente no me veo como una víctima. No me gusta esa palabra. Tomé mis propias decisiones, a pesar de que fueron decisiones terribles”, sentenció.
Khalifa llegó al cine para adultos a la edad de 21 años y se hizo famosa gracias a un video en el que aparecía portando un hijab islámico, el pañuelo usado por mujeres musulmanas para cubrirse la cabeza, hecho por el que incluso fue amenazada de muerte por el Estado Islámico.
La joven, de ahora 26 años, recuerda que su familia no tenía idea de lo que estaba haciendo, pero cuando se enteraron la repudiaron.
“Me sentí completamente alienada, no solo por el mundo, sino también por mi familia y las personas que me rodeaban. Especialmente después de dejarlo, cuando aún estaba sola. Y quiero decir que me di cuenta de que algunos errores son imperdonables. Pero el tiempo cura todas las heridas y las cosas están mejorando ahora”, detalló.
“Estaba asustada. Nadie te obliga a tener sexo, pero aún así estaba asustada. ¿Alguna vez te has sentido nervioso de decir algo en un restaurante cuando la comida no está bien y el mesero viene y te pregunta ‘cómo está todo’? Estaba intimidada. Estaba nerviosa”, sentenció.
Tras su breve paso por el cine porno, Mia dice estar arrepentida pues su imagen fue utilizada por muchas productoras para hacer millones de dólares, mientras que a ella solo le pagaron 12 mil dólares por seis videos. Sin embargo, reconoce que fue completamente su responsabilidad y no se considera una víctima.
“Así son las cosas. No soy la única. No es que tuviera un contrato terrible o un mánager terrible”, admitió.
Además dijo que sufre estrés postraumático tras su carrera en el porno, pues cuando va en la calle siente mucha vergüenza porque piensa que pueden verla desnuda a través de su ropa.
“Sí. Y creo que se activa principalmente cuando salgo a la calle porque siento que la gente puede ver a través de mi ropa y me da mucha vergüenza y me hace sentir como si hubiera perdido toda mi privacidad. Porque estoy a una búsqueda de Google”, reveló.
También habló sobre las falsas expectativas que genera el porno en los hombres y cómo esto afecta en sus vidas.
“Por supuesto que (el porno) afecta las relaciones. La adicción a la pornografía es muy frecuente. Las cosas que los hombres ven en los videos las esperan de las mujeres en sus vidas, y eso no es la realidad. Nadie va a ser tan perfecto, nadie hará esos actos un miércoles por la noche”, consideró.
Ahora experimenta su faceta como influencer en su cuenta personal de Instagram, donde tiene más de 16 millones de seguidores.
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