Explicaron que tomaron esa decisión luego de reunirse con Francisco en el Vaticano
También pidieron “perdón por el dolor causado a las víctimas y al pueblo de Dios y al país por nuestros graves errores y omisiones”
Tras asumir sus “graves errores y omisiones” en los casos de abusos sexuales a menores, todos los obispos chilenos han puesto sus cargos en manos del Papa Francisco.
“Hemos puesto nuestros cargos en manos de Santo Padre para que libremente decida con respeto sobre cada uno de nosotros”, declararon el obispo Fernando Ramos Pérez, secretario general de la Conferencia Episcopal de Chile, y Juan Ignacio González Errázuriz, obispo de San Bernardo.
Explicaron que tomaron esa decisión luego de reunirse con el Papa en el Vaticano.
“El Papa, según lo estime conveniente, podrá aceptar la salida de un obispo o rechazarla” y, mientras lo decide, “continuarán en sus plenas funciones”, indicaron.
El canal de televisión chilena Tv13 filtró el documento que el máximo pontífice les entregó en dicha reunión, el mismo en el que indicaba con claridad “una serie de hechos reprobables”, con relación a los “inaceptables abusos de poder, de conciencia y sexuales”, señalaron los obispos.
El texto está basado en la extensa investigación que realizó el arzobispo maltés, Charles Scicluna, de más de dos mil páginas, y que denuncia “que algunos religiosos, expulsados de sus respectivas órdenes por los abusos cometidos, fueron acogidos en otras diócesis y recibieron encargos que los llevaron a estar en contacto con niños y chicos”.
El documento también señaló que en “las denuncias recibidas en no pocos casos se calificaron muy superficialmente como inverosímiles lo que eran graves indicios de un efectivo delito”.
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También hubo, se agrega en el documento, “presiones contra los que debían encargarse de los procesos, además de la destrucción de documentos comprometedores por parte de encargados de archivos eclesiásticos, evidenciando así una absoluta falta de respeto por el procedimiento canónico y, más aún, unas prácticas reprobables que deberán ser evitadas en el futuro”.
Ante dichas acusaciones, los obispos chilenos no tuvieron otro remedio que “hacer un gesto colegial y solidario, para asumir -no sin dolor- los graves hechos ocurridos y para que el Santo Padre pueda, libremente, disponer de todos nosotros”, indicaron.
Además, pidieron “perdón por el dolor causado a las víctimas y al pueblo de Dios y al país por nuestros graves errores y omisiones”, en la declaración leída ante la prensa y sin posibilidad de preguntas, referida por SinEmbargo.
Dieron las gracias “a las víctimas por su perseverancia y valentía, a pesar de las dificultades personales, espirituales, sociales y familiares que han debido afrontar, tantas veces, en medio de la incomprensión y ataques de la comunidad eclesial”.
“Una vez más imploramos su perdón y su ayuda para seguir avanzando para la curación y cicatrización de heridas”, agregaron.
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