Por Manuel Tenedor*
En las últimas semanas se ha intensificado la cobertura mediática de la crisis que se vive actualmente en Venezuela. El infierno se queda corto en comparación a lo que se vive en el país caribeño según cuentan unilateralmente algunos medios de comunicación de relativo “prestigio”. Un reportaje del New York Times acerca de la muerte de 3 bebés por un corte de luz y el supuesto colapso de todo el sistema de salud venezolano reavivó la llama de la campaña permanente de desestabilización, odio y desprestigio al gobierno bolivariano. Cabe recordar que el NYT fue un medio que participó abiertamente en el Golpe de Estado a Chávez en 2002. Saludó al gobierno golpista del empresario Pedro Carmona y a regañadientes se echó para atrás cuando la comunidad internacional se negó a reconocer a un gobierno golpista. No es mi intención minimizar la muerte de 3 niños pero tampoco está a la altura de los miles de niños que matan las bombas norteamericanas en Medio Oriente.
Como ha venido siendo una tendencia en la prensa hegemónica, generalizan a partir de un hecho puntual. Resaltan pifias e ignoran aciertos. Para esta prensa importa poco que la tasa de mortalidad infantil bajó drásticamente en Venezuela a partir de la llegada de la Revolución Bolivariana. Venden como atentados a la libertad de prensa legislaciones en contra de los monopolios mediáticos por parte de los gobiernos progresistas de la región. La sociedad no toma con la debida seriedad el incesante golpeteo mediático que reciben Venezuela, Ecuador, Bolivia, Argentina y Brasil, principalmente. La sociedad civil fuera de Venezuela prefiere subirse al tren de apoyar el derrocamiento de Maduro impulsado por la víscera y la propaganda de odio en contra de su persona. La urgencia de las élites por quitar a Nicolás Maduro del poder a costa de lo que sea los ha llevado a intentar otro golpe de Estado, sabotajes, boicot, sanciones económicas por parte de EUA y una maquiavélica coordinación de medios de comunicaciòn lo que ha propiciado el clima de tensión que se vive. Esta prensa mercenaria se mueve por la defensa de los intereses de sus dueños y no por la ética informativa. En España la campaña sucia en contra del partido de izquierda Podemos ha girado en torno a Venezuela y el supuesto financiamiento que reciben por parte del gobierno bolivariano. Acusaciones totalmente falsas. Para esos medios de “prestigio” no importa que el Golpe de Estado parlamentario en Brasil colocó a un informante de la CIA en la presidencia y poco importa que Mauricio Macri resultó vinculado en los Panama Papers porque claro, todos es culpa de Maduro.
Recientemente el Secretario General de la OEA, el uruguayo Luis Almagro y Nicolás Maduro protagonizaron una confrontaciòn en la que Maduro acusó a Almagro de ser un traidor y un agente de la CIA. Por su parte Almagro respondió en un tono amenazante y dejó de lado la neutralidad que supuestamente presume. Exige a Maduro realizar el revocatorio sin tomar en cuenta los procesos internos de Venezuela y el clima de polarización. El expresidente de Uruguay, Pepe Mujica llamó: “cabra loca” a Maduro y salió a defender a quien fuera su ministro de exteriores, tan solo unos meses después de despedirse públicamente de Almagro lamentando el rumbo que éste tomó, después de que menospreció el sistema electoral de Venezuela, pero claro todo es culpa de Maduro.
La historia también nos cuenta que la Operación Cóndor fue un plan de coordinación de acciones entre los regímenes dictatoriales en Latinoamérica en los años 70’s y 80’s, con el objetivo de alinear gobiernos a los intereses dictados desde Washington. Muchos aseguran que el fracaso de Venezuela radica en que el Socialismo es una ideología caduca pero eso es debatible si consideramos que cualquier gobierno de corte socialista en la historia de AL ha sufrido el intervencionismo yankee, lo que en gran medida ha provocado su fracaso. Actualmente no es la excepción. La crisis venezolana es multidimensional ya que contiene factores internos y externos que la agravan, como el acaparamiento, el boicot empresarial y la caída del precio del petróleo. Si algo hay que reprocharle al Chavismo es haber sido tan dócil con una oposición tan violenta. La crisis venezolana no se va resolver con mentiras de la prensa y mucho menos neoliberalizando de nuevo al país. El investigador de la CELAG, Alejandro Fierro dice que actualmente existe en el terreno político un Social-Liberalismo que apela al fin de las ideologías y lo sustituye “por un pragmatismo que actúa como cortina de humo de la verdadera ideología hegemónica, el capitalismo”. Pero claro, todo es culpa de Maduro.
*Twitter: @ManuelTenedor
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