Entre 2010 y 2014 sumaron 10.5 millones de dólares pagados a altos funcionarios del Gobierno
Weyll aparece como testigo y presunto coordinador de la reunión en la cual se habría gestionado un soborno de 5 millones de dólares para Emilio Lozoya
La petrolera Odebrecht, acusada de repartir sobornos a cientos de políticos en varios países -México entre ellos- a cambio de contratos estatales, legislación benéfica y otro tipo de privilegios, vuelve a dar de qué hablar.
Esto luego de que Luis Alberto de Meneses Weyll dejara hace un par de semanas su cargo como director de Odebrecht en México y saliera del país.
Este personaje es testigo importante en la trama de corrupción que ha sacudido a Latinoamérica, y por supuesto a nuestro país; sin embargo, hasta el momento no ha sido acusado de ningún delito.
Según consta en datos oficiales, registros públicos e información recopilada por Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), Weyll aparece como testigo y presunto coordinador de la reunión en la cual se habría gestionado un soborno de 5 millones de dólares para el exdirector de Pemex, Emilio Lozoya.
Estas y otras operaciones, en las que Weyll participó, involucran a altos funcionarios mexicanos, pues tuvo un papel protagónico en el crucigrama de empresas creadas para apoderarse del negocio del agua y la energía eléctrica en Veracruz, durante el gobierno de Javier Duarte, con autorizaciones del Gobierno de Enrique Peña Nieto.
Luego de verse involucrado en casos de corrupción en Perú, en el 2010, Weyll dejó su cargo como gerente de la constructora que realizó la carretera Interoceánica Perú-Brasil y se trasladó a México para liderar otro gran proyecto de Odebrecht: la construcción de la Planta Etileno XXI, en Veracruz.
Fue justo desde que asumió la dirección de Odebrecht en México, cuando esa trasnacional brasileña incurrió en sobornos en nuestro país, mismos que entre 2010 y 2014 sumaron 10.5 millones de dólares pagados a altos funcionarios del Gobierno de México a cambio de contratos de obra.
Grupo Odebrecht reveló que colabora con las autoridades mexicanas para esclarecer el testimonio de uno de sus ex altos ejecutivos, Hilberto Mascarenhas Alves da Silva Filho, quien declaró ante el Supremo Tribunal de Brasil que en noviembre del 2014 recibió una petición para entregar 5 millones de dólares al entonces director de Pemex, Emilio Lozoya.
En 2014, cuando supuestamente se solicitó el soborno para Lozoya, Pemex asignó en forma directa a Odebrecht contratos por casi 18 mil millones de pesos.
Al año siguiente, la constructora brasileña recibió otro contrato por 1,939 millones de pesos, para una obra complementaria en Tula, Hidalgo. Todos esos contratos se otorgaron sin licitación.
El documento judicial con esta confesión está fechado el 4 de abril del 2017 en Brasilia y fue firmado por el relator del Tribunal Superior de Brasil, el Ministro Edson Fachin.
“Tío Bell”, como era llamado Hilberto está considerado como uno personaje clave para descubrir cómo el gigante de la construcción brasileño pagó sobornos en 12 países de Latinoamérica –incluido México- y dos de África.
En el organigrama de Odebrecht su cargo era el siguiente: Director de la Oficina de Operaciones Estructuradas. Sin embargo, su tarea principal era entregar dinero a funcionarios a cambio de contratos por obras públicas, sobre todo, en el extranjero.
Luis Weyll también está involucrado en la creación de empresas subsidiarias para generar energía eléctrica en Veracruz, el cual pretendía ser uno de sus grandes negocios fuera de Pemex.
Para ello se asoció con el Gobierno de Veracruz cuando era encabezado por Javier Duarte.
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