Representaba un peligro porque podía caerse en cualquier momento
No se proporcionó información sobre la siembra de otro árbol pese a la abundante contaminación en la CDMX
El pasado jueves 16 de marzo, el Grupo Castores de Parques y Jardines taló un alcanfor de más de 25 metros de altura y 250 años de antigüedad ya que estaba a punto de caerse sobre la carretera Cuautitlán-Tultepec, en la Ciudad de México, lo que significaba un enorme riesgo para la población.
“Cae un gigante”, expresó Filiberto Gómez Castañeda, miembro de la agrupación del municipio de Cuautitlán, quien participó en la tala del centenario árbol.
El agrónomo Gabriel Calzada Alarcón alertó acerca del riesgo que representaba dicho árbol porque estaba seco y por su peso inclinado, lo que podría haber ocasionado una caída sobre la carretera y se hubiera llevado con él postes y cables de mediana tensión.
El especialista detalló que se trataba de un alcanfor de unos 250 años de antigüedad, que se secó por la construcción del fraccionamiento Santa Elena, hace ya 18 años, y porque previamente se encontraba a lado un canal de riego, que fue entubado.
Personal de Servicios Públicos de Cuautitlán y de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) laboraron el jueves de esta semana en el lugar para el retirar los cables de empresas de telefonía y de energía eléctrica y así poder remover el árbol lo que les llevó más de una hora.
Los trabajadores quitaron los cables y cerraron la circulación vehicular en el kilómetro 2.5 de la carretera en dirección a Tultepec, por lo que los coches debieron tomar una vía alterna en la unidad Santa Elena.
“Podría ocurrir un accidente y está canijo. Lo tuvimos que mochar”, aseveró Gómez Castañeda.
Por su parte, Arturo Velázquez Rodríguez, el Castor Mayor, fue quien se encargó de la tarea de talar el gran árbol que pesaba más de 20 toneladas.
Gabriel Calzada Alarcón contó que los alcanfores fueron plantados para señalar los límites del entonces rancho Santa Elena y desde que se edificó la unidad con el mismo nombre, el árbol se secó y estaba a punto de caerse lo que significaba un foco de riesgo para la gente.
También dijo que hay otros árboles secos en el sitio, aunque no representan un riesgo alarmante como el del que removieron.
Hay que destacar que la carretera es una de las más transitadas del área y en horas picos se llena completamente.
Pese a esto, no se proporcionó información sobre la siembra de otro árbol aun cuando la capital del país es una de las más contaminadas en todo el mundo.
De hecho, el reciente informe Calidad de Vida Internacional reprobó a la ciudad, sobre todo por la gran polución que hay, rubro en el que le dio una calificación e 1 sobre 10, problemática que genera una pérdida económica de cuatro millones de pesos anuales.
Fuentes: El Universal y Publimetro
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