Además ciertas áreas son atendidas por pasantes porque “no hay recursos”
La ausencia de médicos y enfermeras debido a la falta de recursos económicos causó la suspensión de los programas de tamiz, vacunación y estimulación temprana en el hospital general del Niño y la Madre, localizado al sur de Guerrero.
Esto, aun cuando la mortalidad infantil en la entidad es frecuente en sectores marginados y pobres que no pueden acceder a los servicios de salud pública, gratuita y de calidad.
La medida viola el derecho a la salud de los seres humanos y fue implementada por directivos del nosocomio el pasado martes 17, quienes informaron a miembros del gabinete del sector Salud del gobierno de Héctor Astudillo Flores, que hay gran demanda y sobreocupación de neonatos “en áreas no aptas para su hospitalización”, por lo que la integridad de los recién nacidos está en peligro.
Mediante un documento oficial se estableció que los servicios de urgencias y quirófano que atienden a gente desprotegida de las regiones Centro y la Sierra de Guerrero, lo cubren “pasantes de enfermería”.
Los directivos del hospital general aseguraron que al no haber personal médico certificado se “pone en riesgo de omitir” procedimientos relevantes y “repercute en la calidad de atención” de mujeres y niños.
La ausencia de recursos para estos servicios de salud contrasta con el excesivo gasto de dinero de la clase política, con salarios exagerados como el de los consejeros electorales estatales que perciben de 200 mil a 175 mil pesos mensuales, al igual que líderes partidistas como la dirigencia estatal del PRD que ganan de 85 mil a 44 mil pesos al mes.
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