México tiene el gasto administrativo más alto de la OCDE
Pese a los altos costos de los servicios de salud no ofrece una cobertura efectiva ni servicios de alta calidad
El incremento que se ha dado en México al presupuesto público destinado al sector salud no ha generado mejoras en la calidad de vida de los mexicanos, señaló la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
De acuerdo con su reporte Estudios de la OCDE sobre los sistemas de Salud: México 2016, el organismo calificó que el sistema público se encuentra en una situación “crítica”, pues además de no mejorar la salud de sus habitantes, tampoco ha logrado que el sistema público de salud obtenga los niveles de rendimiento esperados para la cantidad de dinero que se le invierte.
“A 10 años de la instrumentación del Seguro Popular, el sistema de salud en México se encuentra en una posición crítica”, afirma.
Reconoce que han mejorado, entre otros, el acceso a los servicios, el que se redujera la enfermedad como factor de pobreza y se disminuyera la mortalidad infantil, pero plantea que hay otros indicadores son aún preocupantes.
De acuerdo con la organización esa situación “crítica” se deriva de “ineficiencias bien arraigadas”, como las que ocurren en el excesivo gasto administrativo, los más altos de la OCDE.
“El sistema de salud mexicano no trabaja de la forma más eficiente posible. Por ejemplo, casi 10% del presupuesto total de salud es gasto administrativo, el más alto de la OCDE. El todavía alto gasto de bolsillo en salud también indica que el sistema de salud no ofrece una cobertura efectiva ni servicios de alta calidad”, asegura.
Entre los indicadores que dejan de manifiesto la crisis de salud en México, están “preocupantes” los índices de obesidad y diabetes, que van en aumento, que van de la mano con la dificultad que se ha tenido para modificar los estilos de vida de la población y el dinero que destinan las familias mexicanas para cuidarse, conocido como “gasto de bolsillo”.
La obesidad y diabetes, traen consigo otras afectaciones a la salud, mismas que repercuten en el gasto público destinado a este sector.
“Las tasas de supervivencia tras un ataque al corazón o un accidente cerebro-vascular son mucho peores que en otros países de la OCDE. Las dificultades para modificar los estilos de vida que dañan la salud son inquietantes. En particular, con 32% de habitantes adultos obesos, México se ubica como la segunda nación con mayor sobrepeso entre los países de la OCDE, y casi uno de cada seis adultos es diabético”, señala.
A su vez, esto tiene injerencia en la esperanza de vida estimada para la población mexicana, la cual tiene un promedio de vida de 74.6 años, con lo que se encuentra en el lugar 38 de los 44 países analizados por la OCDE, cuya edad promedio de esperanza de vida es de 80.5 años.
La OCDE criticó que el sistema de salud es “fragmentado”, puesto que existen diferentes prestadores de servicios como el IMSS, el ISSSTE, el Seguro Popular y los sistemas de salud estatales, entre otros.
Esta manera de otorgar seguridad social a los mexicanos genera “diferencias en el acceso y la calidad, lo que refuerza aún más la profunda inequidad socioeconómica”.
Por ello urgió al país a realizar un reforma “continua y amplia” al sector salud y señaló que sólo de esta forma se logrará que sea equitativo, eficiente, sustentable y de alta calidad.
Fuente: El Universal
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