Habitantes de diversos municipios del estado de México han sumado esfuerzos para frenar el proyecto para la construcción de una autopista que conecta Naucalpan y el aeropuerto de Toluca (también llamada Interlomas-Aeropuerto).
A decir de los inconformes el proyecto pretende destruir más de 600 mil metros cuadrados de bosque, afectando la producción de 250 millones de litros de agua por año, todo esto para el paso de un proyecto carretero privado, que plantea conectar una de las zonas de lujo, Santa Fé, con el aeropuerto de Toluca.
El trazo carretero, coordinado por la constructora Autopistas de Vanguardia SA de CV, también cortaría de tajo la ruta sagrada de las peregrinaciones Otomíes a Nacelagua y al Cerro de la Campana, lugares sagrados para la cosmogonía Otomí.
Del mismo modo se afectaría el hábitat de cientos de especies como coyotes, aguilas y humedales.
Además se estaría afectando la vida de cientos de especies de plantas y aves, 296 según las estimadas por organismos ambientalistas.
Otras de las quejas es que la construcción de la presa se opone a decenas de ordenamientos ecológicos, además que no se ha consultado a ninguno de los pueblos que habitan en la región.
El proyecto de autopista además contempla expropiar los 100 metros a cada costado de la autopista, abriendo la puerta a la construcción de gasolineras, hoteles, restaurantes y en general la urbanización que destruiría el equilibro ecológico en la zona del gran Bosque de Agua.
Según grupos que se oponen a la obra, si el problema en verdad fuera la salida del DF hacia el Valle de Toluca, se podrían mejorar o ampliar los dos proyectos carreteros ya existentes que conectan ambos valles (México-Toluca y Naucalpan-Toluca), por lo que afirman que el proyecto sólo obedece a intereses inmobiliarios.
Enviado por E Emmanuel Gar Gño el 7 de julio
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