“El anarquismo, tal como lo entiendo, se reduce al libre examen político”
Rafael Barrett
México está viviendo una de sus peores crisis institucionales dentro de un régimen priísta que encontró otro país después de 12 años de haber perdido el poder. El tricolor no encuentra la punta de la hebra para meterla a la aguja y empezar a tejer una reconstrucción social.
Regresó el PRI al poder y lo que prevalece es la incertidumbre y encono de todo el pueblo, que vive una de las peores etapas de inseguridad y debilitamiento institucional de la historia. A todo esto hay que enfrentarse con unas leyes aprobadas que no han dado el resultado apetecido y una justicia inaplicada.
Si bien ha habido movimientos legítimos como el del IPN, a éstos se le han agregado los ilegítimos, causados por un grupo de jóvenes entrenados en no sé dónde, pagados por no sé quién, pero perfectamente adiestrados para el caos y el vandalismo, denominado “los anarquistas”.
En el 68 , en un mítín les aventaron los tanques del ejército para dispersar a una multitud pacífica de manifestantes; ahora a los que destruyen el patrimonio nacional nada más falta que les digan: “usted perdone”.
Nos estamos acercando a límites muy peligrosos, porque la ciudadanía ya se está armando; ¡cuidado!, porque si algún anarquista atenta contra la integridad de una familia cuyo padre este armado y hiere al agresor, o un comerciante defiende su patrimonio, ¿derechos humanos a quien defenderá?… seguramente al agresor encapuchado, porque la ciudadanía y los policías poco le importa.
En física existe la teoría del límite elástico, que señala hasta dónde puede estirarse un producto y cuando pasa de ahí se rompe. Estamos llegando al límite elásticos de las fuerzas de seguridad tan vilipendiadas en los últimos días, ¿ qué sucederá cuando su resistencia se acabe?
*Esta columna refleja sólo el punto de vista de su autor
Por: Francisco Vázquez
@PACOVASQUEZP
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