“Hay que buscar la verdad y no la razón de las cosas. Y la verdad se busca con humildad”.
Miguel de Unamuno
Con fecha de hoy, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación se considera el gremio más grande y fuerte de América Latina. Tan sólo en lo que respecta a cifras oficiales, se dice que la agrupación en 2008 por concepto de cuotas recibió más de 102 millones de pesos.
Hoy con 23 años que han causado controversia, la líder magisterial la maestra Elba Esther Gordillo, ha hecho de este sindicato un imperio, que en aras de establecer una Alianza por la Calidad de la Educación, ha preferido arrinconar contra la pared a millones de niños, mismos que hoy sufren de una educación que dista de promover competencia, de sembrar meritocracia y de generar mexicanos de excelencia.
El costo de la enseñanza
Cobijados bajo el corporativismo, maniatados por las prebendas políticas y afiliados al partido único de la oligarquía, hoy la dirigencia sindical de este gremio ha creado un panorama educativo que le preocupa a los mexicanos. Lo que sorprende más, es que las autoridades no hagan nada, ni el mínimo esfuerzo por realizar una reforma educativa que corte de tajo las relaciones de poder que se han ido incubando dentro del sistema escolar durante los últimos años de su gestión.
Con un séquito que se calcula en 1.4 millones de maestros sindicalizados, el SNTE ha recibido aproximadamente en 18 años unos 104 mil 200 millones de pesos, el informe no es preciso aún, ya que el manejo de estos fondos proviene de recursos públicos otorgados por el presidente en turno.
Esta cifra equivale al doble de presupuesto que se destina al sector salud, misma que ha ido generando capital de forma ascendente en las arcas del sindicato desde 1989, año en que Elba Esther Gordillo adquirió la presidencia vitalicia del gremio sustituyendo a otro líder sindical, Carlos Jonguitud Barrios.
Fundador y líder vitalicio de un grupo interno del SNTE denominado Vanguardia Revolucionaria del Magisterio, Carlos Jonguitud Barrios fue consiguiendo espacios dentro de la estructura del gremio, desplazando así a Manuel Sánchez Vite. Catalogado por muchos como un ser poderoso e igualmente corrupto, millonario y antidemocrático, se hizo a un lado para permitir que el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari colocara a una persona allegada a su ideología y forma de gobernar, “la maestra”.
Poco a poco el poder de Jonguitud se iba esfumando, primero lo debilitaron los efectos de la crisis, la cual dejó a los profesores con un salario casi mínimo, motivo por el cual surgió el levantamiento y la rebelión del CNTE, pero sin duda el tiro de gracia que acabó con su influencia, se lo dio su propio desprecio al proyecto neoliberal de Salinas de Gortari, que en esencia consistía en la descentralización de los servicios educativos y la creación de consejos de participación que hicieran posible un control de la sociedad sobre un sistema que no rendía cuentas a los ciudadanos y que se mantenía aislado de ella. Posteriormente, la descentralización y la participación social quedaron reducidas a parcialidades irrelevantes. Por otro lado Barrios, el ex gobernador de San Luis Potosí, era desplazado fácilmente, dejando a un lado el puesto de líder sindical de maestros.
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