Si te postran diez veces, te levantas otras diez, otras cien, otras quinientas: no han de ser tus caídas tan violentas ni tampoco, por ley, han de ser tantas. (Almafuerte)
En las últimas dos entregas de SENTIDO COMÚN publicadas en este espacio informativo, he escrito y comentado con relación a la CNTE, en esta tercera colaboración me centraré en la Sección XXll de la misma coordinadora específicamente en Oaxaca.
En la tierra que vio nacer al “Benemérito de las Américas”, don Benito Juárez García, llega a tal grado la beligerancia del gremio en cuestión, que en diversas comunidades de la entidad, “educadores” se han enfrentado con padres de familia quienes, hartos, por tanto paro de labores y acciones vandálicas de los mentores determinaron impedir que los miembros de la Sección XXll continuarán laborando en las escuelas de las que son alumnos sus hijos y, solicitaron profesores de la Sección 59 del SNTE para cubrir las vacantes.
No conformes con todos los agravios que han causado a la sociedad oaxaqueña durante más de 30 años de su conformación como “movimiento democrático magisterial” y de los atropellos a derechos de terceros y secuestros que han realizado en nombre de la nueva revolución, revolución que sólo existe en la cabeza de ideólogos y dirigentes magisteriales. Hoy, en fechas de fiesta de todos los oaxaqueños como es la celebración de la Guelaguetza 2014, los miembros de la Sección XXll se atreven a amenazar al pueblo de Oaxaca con que si los diputados locales no aprueban una Ley de educación de acuerdo a los intereses del magisterio, estos boicotearan las fiestas que se celebran en la rotonda de las Azucenas.
Y qué más da. Recordemos que en 2006 no se realizaron las citadas festividades, claro que la crisis monetaria de comerciantes y prestadores de servicios se agudizo pero se ha podido salir adelante. Por ello propongo al gobernador de Oaxaca Gabino Cué Monteagudo y a los Diputados locales, así como al pueblo en general: si los mentores de la sección XXll de la CNTE boicotean las fiestas de Guelaguetaza, cierran calles y carreteras, secuestran a la ciudadanía y violan nuestros derechos, no nos alarmemos, eso lo han hecho desde hace tres décadas. Pero desde mi punto vista, la Ley de educación de Oaxaca no debe ser a medida de caprichos de nadie, menos de quienes lejos de velar por la educación se pasan los días en la calle agitando el orden público.
Señores Gabino Cué Monteagudo y Enrique Peña Nieto, la ciudadanía oaxaqueña considera que ha llegado la hora de poner orden en el sistema educativo de Oaxaca. Con Guelaguetza o sin ella, la Ley de educación debe ser aprobada en beneficio de los educandos y no de un puñado de trúhanes farsantes. Ley a secas para acabar con un lastre que arrastra Oaxaca desde hace más de tres décadas.
*Esta columna refleja sólo el punto de vista de su autor
Por: Francisco Vázquez
@PACOVASQUEZP
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