“Ricos o pobres todos amamos a nuestros hijos, es la fuerza más poderosa de la naturaleza.”
Day of Wrath
Leyendo algunas de mis colaboraciones anteriores, me doy cuenta que el tiempo y sobre todas las cosas, la voluntad de la microminoría gobernante, me lleva al equívoco.
Hace algunas semanas escribí sobre la salida del gobernador de Guerrero Ángel Aguirre Rivero. El inquisidor lo acusó de debilitamiento institucional. Por acto de congruencia el acusador al no poder cumplir también por, debilidad institucional, lo prometido ante los familiares y amigos de los 43 desaparecidos en Iguala, así como el pueblo de México, debería renunciar sin peros, ni excusas… ¡y miren! Enrique Peña Nieto, el inquisidor sigue allí en Los Pinos despachando, despreocupado y sin el menor animo de renunciar y llevarse con él a su grupete de bandidos.
Así o más delicado. Los 43 alumnos normalistas desaparecidos siguen así, desaparecidos. Nadie sabe, nadie supo. Ahí está el caso Tlatlaya, congelado por órdenes superiores. Estamos llegando al límite del desbordamiento. Los últimos ataques a Zonas Militares son prueba inequívoca.
Si a esto le agregamos que nuestro amigo y aliado Barack Obama está “preocupado” por lo ocurrido en Guerrero, nos acabamos de joder. Su vana preocupación no cura heridas ni borra lutos. Desde que tengo memoria los presidentes de Estados Unidos son amigos, aliados y se preocupan por lo que ocurre en nuestro país. ¿Y eso qué? No pasa nada.
No faltaran los apologistas y comentocratas que alegaran el tema de la “diplomacia”. Si, se y comprendo ese tema, el problema es que la diplomacia internacional parecer ser que a nuestro país en poco ayuda.
Disculpen mi ignorancia, es sólo mi punto de vista.
Ofrezco una sincera disculpa a mis lectores y al equipo de mientrastantoenmexico.mx no haber podido colaborar la semana pasada a causa de la intervención quirúrgica de sufrí en las rodillas. Gracias
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