Tenemos que hacer planes para la libertad, y no sólo para la seguridad, por la única razón de que sólo la libertad puede hacer segura la seguridad. (Karl Popper)
Conocí a Alberto Esteva Salinas cuando era regidor en el H. Ayuntamiento de Oaxaca de Juárez. Después lo trate a su paso por la dirigencia estatal del partido Convergencia y durante su periodo como Diputado Federal. Puedo escribir, por ello, que conozco en gran medida al hambre y su manera de desempeñar su trabajo al frente de la responsabilidad que tenga.
Hoy como Secretario de Seguridad Pública del Estado de Oaxaca a Esteva Salinas le toca sortear con dos enemigos poderosos: la precaria condición de los elementos policíacos a su mando y el decidido ataque de sus adversarios políticos.
Para nadie es secreto que la Policía Estatal carece de medios y recursos para desempeñar su trabajo como debe de ser, pero también es secreto a voces que el presupuesto destinado para la SSP ha sido botín de muchos que han pasado como titulares y mandos de alto nivel. Todos sabemos cómo se las ingenian algunos malos funcionarios para lucrar con la gasolina y dinero destinado para viáticos de la tropa al interior del Estado.
Si bien es cierto que los policías no deben distraerse de sus funciones como guardianes del orden para desarrollar otras actividades como cantar los domingos en el zócalo, también es cierto que Alberto Esteva Salinas esta decidido a crear un innovador modelo de policía cercana a la ciudadanía, Esteva no quiere que la policía a su mando siga siendo vista como un cuerpo de ogros verdugos, sino como un cuerpo de seguridad con proximidad social. Ese concepto no les queda claro a los elementos de la vieja y conservadora guardia y, menos les gusta a sus adversarios políticos de Alberto Esteva.
En lo particular apoyo a los policías que en verdad protestan en busca de mejoras y contra las adversas condiciones laborales en las que se desempeñan actualmente. El Gobierno del Estado debe brindar, sin escatimar, las condiciones necesarias para el buen funcionamiento de su cuerpo de seguridad pública, pero difiero de quienes agitan en nombre de aquellos que durante sexenios se han sentido dueños de la caja chica de la SSP.
Si cada uno se pone a hacer su trabajo, no tengo duda que podrán lograr mejores resultados. El Gobernador y su Secretario de Seguridad Publica a poner orden donde hay desorden y a gestionar recursos para solventar necesidades de los policías, los Diputados a legislar sin intrigar, a cumplir con su tarea sin titubeos. Cada uno a hacer lo que le corresponde. Zapatero a sus zapatos.
*Esta columna refleja sólo el punto de vista de su autor
Por: Francisco Vázquez
@PACOVASQUEZP
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