En verdad considero que ha llegado la hora de reflexionar como partidos políticos, no como sociedad, pues la sociedad ya tiene bien clara su postura ante los bandoleros farsantes de los partidos políticos todos. No es que yo me cure en salud, sin embargo esta es cruda realidad de la policía en México.
Los postulantes de todos los colores y de todos los oficios llegaron huecos al proceso electoral que se avecina, no solo porque muchos de política no saben nada, sino por el hecho de que sus perfiles los lleva a contrariarse a sí mismos.
En la entrega anterior di cita de los personajes folclóricos a los que los partidos políticos habían recurrido con el afán claro de mantener el registro. La famosa corcholata en el PRI, El famoso futbolista en el PSD de Morelos, payasos, actores y mayates en otros partidos. La política está en vil decadencia.
No es cuestión despectiva, no se trata de eso, sin embargo desde mi particular punto de vista, estamos llegando al clímax de la degradación política nacional. Siento que el PRI y el PAN como todos los partidos menores, no saben cómo abonar simpatizantes a su causa, sino mediante a personajes folclóricos de nuestra sociedad.
Soy respetuoso de las aspiraciones personales de cada ser humano, eso lo tengo claro, sin embargo también se, que nadie por ninguna casa injustificable puede aspirar a algún cargo público sin razón de ser. Sin conocimiento mismo de la causa en cuestión.
Vamos a llegar al próximo domingo 7 de junio en un ambiente de desánimo generalizado, los y las candidatas no lograron despertar el ánimo del electorado, ni si quiera supieron como arranarles una sonrisa, llegamos al día de la votación en completo luto lectora, no hubo uno o una que despertara ánimo de alguien por ir a las urnas i votar.
Considero que el móvil del hecho antes citado, es consecuencia de las prerrogativas, todo dirigente partidista busca alguien afín para postularlo como candidato, casi nadie se fija en las condiciones propicias para hacerlo.
En resumen, en el debate o los debates los y las candidatas dieron vergüenza, exhibieron su falta de conocimiento y experiencia, seamos sinceros, llega la hora en que da pena ajena hablar de los y las candidatas a diputadas por Oaxaca. Mejor se hubieran quedado en su casa y hacían mucho por Oaxaca
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