No todo se puede saber, pero me pone enfermo la impunidad.
Javier Marías
Cuando Carlos Salinas de Gortari recibió al profesor Carlos Jonguitud Barrios el 24 de abril de 1989 en Los Pinos para comunicarle que su labor por 17 años como dirigente del SNTE había llegado a su fin, el presidente nacional de Vanguardia Revolucionaria y asesor permanente del SNTE tuvo que aceptar callado la “recomendación” del presidente.
El gobierno hizo oficial la “renuncia” del líder vitalicio del magisterio y de nada sirvieron los recursos legales y estatutarios interpuestos por el secretario general del SNTE, Refugio Araujo del Ángel. Ese mismo día, el Secretario de Gobernación Fernando Gutiérrez Barrios instrumentó un operativo político-policial para el arraigo y traslado al Distrito Federal de todos los secretarios generales de las secciones del SNTE en el país con el propósito de que el XVI Consejo Nacional Extraordinario fracasara en el intento de mantener como Secretario General del SNTE al propio Refugio Araujo del Ángel quien acabó solicitando “licencia limitada” para retirarse de su cargo. Las intentonas de rebelión magisterial de los miembros de Vanguardia Revolucionaria quedaban apagadas.
El SNTE, fiel a su naturaleza delincuencial, acató la orden de la mafia del poder comandada por Salinas de Gortari para empoderar a Elba Esther Gordillo Morales en el sindicato más grande y corrupto de Iberoamérica y para legitimar a un gobierno surgido del fraude electoral. Así comenzó la era de “Doña Perpetua” que se prolongó por casi un cuarto de siglo acumulando sexenio tras sexenio poder político y económico.
Con Salinas de Gortari firmó el Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica estando al frente de la SEP Ernesto Zedillo Ponce de León, con quien negoció la transferencia de planteles, recursos y personal docente y administrativo de educación básica al control de gobiernos estatales. La dirigente del SNTE aprovecha el asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta y festina en silencio la llegada de Ernesto Zedillo a la presidencia de México en cuyo período fue senadora del PRI, obteniendo un 63% de aumento salarial para el magisterio y 37% de incremento en prestaciones. Con Vicente Fox y Reyes Taméz Guerra, Elba Esther firma el Compromiso social por la Calidad Educativa y se crea el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, como órgano descentralizado de la SEP.
Siendo coordinadora de la bancada del PRI en la Cámara de Diputados avaló la reforma fiscal de Vicente Fox y la profesora logró como nadie lo había hecho en el SNTE, colocar a amigos y familiares en la administración pública y registrar en el año 2005, con el aval del Presidente, el Partido Nueva Alianza que junto al ISSSTE, Lotería Nacional y diversos puestos de alto nivel la “chachalaca” regaló a “Doña Perpetua” por su apoyo incondicional.
En 2006 la historia se repite, el SNTE y PANAL apoyan al usurpador Felipe Calderón Hinojosa, en la elección más cuestionada en la Historia de México, y éste nombra subsecretario de educación pública al yerno de Elba Esther Gordillo, refrendándole el ISSSTE y la Lotería Nacional. Se firma la Alianza por la Calidad de la Educación con Josefina Vázquez Mota al frente de la SEP y el XXIII Consejo Nacional del SNTE nombra a Elba Esther Gordillo presidenta vitalicia quien en los sexenios perdidos de Vicente Fox y Felipe Calderón fue la única ganadora.
La corrupción en los gobiernos del PAN alcanzó niveles insospechados y todas las fechorías de la maestra fueron solapadas. Bajo este contexto, el gobierno impostor de Enrique Peña Nieto consideró un peligro a Elba Esther Gordillo y no vaciló en acusarla por desvío de 2 mil 600 millones de pesos del magisterio para su uso personal, operaciones con recursos de procedencia ilícita y delincuencia organizada. De la noche a la mañana se reveló una cloaca de la que ya se sabía su existencia y que nada tiene que ver con la justicia ni con la transparencia y rendición de cuentas de los sindicatos.
El SNTE se ha convertido en una asociación delictuosa que sirve hoy a través del PANAL a intereses político electorales del gobierno en turno y es sinónimo de corrupción, nepotismo, robo de cuotas sindicales, pisoteo de derechos sociales y laborales, venta de plazas, tráfico de laudos sindicales y deterioro sistemático de la educación pública. El SNTE ha sido secuestrado por una camarilla de delincuentes que lo que menos les interesa es la educación o el bienestar de los trabajadores de la educación. Regresó el PRI con sus cuervos del PANAL y la historia se repite. No es casualidad que hace 24 años en que Carlos Salinas de Gortari, pidió a su secretario particular Andrés Massieu Berlanga que invitara a los Pinos a Carlos Jonguitud Barrios para comunicarle que dejaba de ser el líder vitalicio del SNTE, el pasado mes de febrero, Andrés Massieu Fernández hijo de aquél, hoy coordinador de Estrategia y Mensaje Gubernamental de la Presidencia de la República haya sido el que por instrucciones de Enrique Peña Nieto diseñó el mensaje presidencial en torno al encarcelamiento de Elba Esther Gordillo… Nadie duda que Carlos Salinas de Gortari sigue tomando decisiones en el país.
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