Las ideas son refinadas y multiplicadas por el comercio de las mentes.
(Gastón Bachelard)
México se ha convertido, en cierta manera, en el espacio donde las malas empresas del mundo pueden venir a trabajar con prácticas impensables en sus lugares de origen.
Desde maltrato y salarios de miseria en las maquiladoras fronterizas, hasta prácticas depredatorias de las mineras canadienses, pasando por corrupción, falta de respeto por los derechos humanos y políticas antidemocráticas, difíciles de aceptar en Estados Unidos, Japón o Corea, e impensables en el ámbito de la Comunidad Europea o Canadá.
El caso de Monsanto es emblemático.
La empresa posee una marca poco envidiable en su país entre las empresas con modalidad dudosa. En los años 60, durante la guerra de Vietnam, desarrolló para el gobierno de su país, junto con otros conglomerados industriales, el famoso “agente naranja”, un defoliante y herbicida culpable de la muerte de medio millón de vietnamitas y de un número similar de nacimientos con graves problemas genéticos.
Además, innumerables soldados estadounidenses que estuvieron en contacto con este veneno han padecido, a lo largo de los años, cáncer y otras enfermedades atribuibles al agente.
Por supuesto, no es ese el único escándalo en el que la multinacional ha estado involucrada. Monsanto fue el productor de una hormona sintética, la somatropina bovina, que se emplea aún en Estados Unidos, , Brasil, Corea, Colombia, Egipto, Costa Rica, Emiratos Árabes Unidos, Israel, Honduras, Kenia, Jamaica, Perú, Namibia,Eslovaquia, Turquía, Sudáfrica y Zimbabue, y México, por supuesto.
Estudios científicos serios demuestran que esta hormona provoca cambios en las vacas. En La Unión Europea y Canadá está prohibida porque para tratar la mastitis, uno de los problemas que ocasiona, se medica a las vacas con dosis masivas de antibióticos que quedan en la leche y afectan a los consumidores humanos.
Otro escándalo en el que está involucrado Monsanto es por el uso de Roundup, un herbicida que se anunciaba como biodegradable y no lo era. Además, algunos científicos dicen que en las dosis que se emplea es cancerígeno.
Monsanto no solo sigue comercializando el herbicida en muchos países, sino que curiosamente, ha desarrollado tecnologías para que diversas cosechas lo toleren, como se puede leer en la página de la trasnacional para la región andina.
En http://www.monsantoandino. com/productos/productos_biotecnologia/ maiz/rr.asp, encontramos: “Roundup Ready Maíz 2 es una tecnología que hace que los cultivos sean tolerantes a herbicidas de la familia Roundup®.
Estos cultivos están siendo desarrollados desde 1980 respondiendo a la demanda de los agricultores, que buscan sistemas más sencillos, eficientes y que permitan una agricultura más compatible con el medio ambiente”. Una de las características de las tácticas de Monsanto es, precisamente, la desigualdad de las condiciones de lucha. “Mientras que la trasnacional cuenta con oficinas de relaciones públicas, abogados, contactos con la prensa, ligas con los gobiernos, los productores no tienen prácticamente nada más que sus tierras; la lucha es completamente desigual”, asegura Juan Antonio Ocaranza: “Con esta decisión del juez, queda prohibida por ahora la siembra de soya transgénica en escala comercial en el estado de Yucatán.
Esta sentencia se suma a las que en marzo y abril del presente año emitió el juzgado segundo de distrito de Campeche; éste, al resolver dos juicios de amparo presentados por apicultores mayas radicados en Campeche en contra del mismo permiso, también determinó la violación al derecho a la consulta de las comunidades mayas, así como la violación al procedimiento establecido en la propia Ley de Bioseguridad”, señaló Jorge Fernández, del “Colectivo MA OGM”.
El 27 de febrero de 2012, las agrupaciones Unión Nacional de Organizaciones Regionales Campesinas Autónomas (Unorca); Miel Integradora SA de CV; Sociedad de Solidaridad Social “Apícola Maya de Yucatán”; Litiga, Organización de Litigio Estratégico de Derechos Humanos (Litiga OLE), y Greenpeace, demandaron a los titulares de la Sagarpa y Semarnat, por incurrir en actos inconstitucionales al otorgar el permiso referido a Monsanto, para la siembra comercial de soya GM.
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