41 iluminados diputados del Distrito Federal aprobaron la iniciativa de prohibir animales en los espectáculos circenses. ¿Qué será de los circos?
Fieles a su instinto de cazadores de sentimientos y emociones, pero sobre todo a su inconfundible sed clientelar, obsesionados por los votos que acarrearan a sus cada vez más precarios resultados electorales, al presentarse como supuestos defensores de animales. Aunque de eso solo sepan pronunciar un discurso persuasivo. Si, así de fácil.
Alguna vez dijo Gandhi que, un país, una civilización se puede juzgar por la forma en que trata a sus animales, de eso no tengo duda.
“Si el propósito era prevenir la crueldad a los animales, ¿por qué no prohibir específicamente esa crueldad? ¿Para qué atacar a una industria circense que en general no comete esos actos de crueldad y que de por sí sobrevive en un ambiente de perenne fragilidad? Preguntas que hace el escritor y periodista Sergio Sarmiento en su columna CIRCOS Y ANIMALES, mismas a las que me sumo y exijo respuesta por parte de los flamantes asambleístas. En particular a los brillantes pensadores del Partido Verde Ecologista de México.
Mire usted que prohibir el uso de animales en los circos es como si a los legisladores les prohibiéramos las jugosas dietas. Vera usted que ninguno buscaría ser representante popular. No se tenga por presunción que estoy a favor de la violencia contra los animales, por el contrario sumo votos para la penalización de la misma. Sin embargo, dejemos claro, que no es lo mismo violencia animal que espectáculo hacho por cualesquiera ejemplar de cualquier especie.
Me pueden objetar con que durante el adiestramiento los animales son sujetos a maltratos, vejaciones, violencia física. Bien, pues sobre eso es lo que se debe actuar, no contra la exhibición de cualquier especie animal.
Sera que ¿soy un iletrado, miope o algo que yo mismo desconozco? Pero es que en verdad no comprendo la ligereza con que se legisla en México.
Mientras tanto los niños y no tan niños del PVE y de otros partidos, según ellos, ya hicieron su brillante trabajo. Debemos aplaudirles y rendirles pleitesía. Si, aplaudirles porque olvidaron especificar cuál será el destino de los animales que los circos no podrán utilizar. Es obvio que los cirqueros no podrán mantener la parvada de animales con la caída vertiginosa de sus ingresos al no poder brindar espectáculo con ellos.
De una cosa estoy seguro: alguno de esos iluminados que levanto la mano para aprobar la Ley que prohíbe el uso de animales en circos, alguna vez de manera directa o indirecta a adquirido algún accesorio o producto que tiene como materia prima algún componente de animal, por tanto fomento con ello, la muerte de un ser vivo.
Una pregunta: ¿Qué harán los legisladores para proteger a todos los animales que trabajan bajo presión en el campo e incluso en la urbanidad?
*Esta columna refleja sólo el punto de vista de su autor
Por: Francisco Vázquez
@PACOVASQUEZP
Sé parte de la conversación