Sin ningún tipo de control los senadores se han embolsado, los últimos tres años y medio, cerca de 4 mil millones de pesos, cantidad casi equivalente a un año del presupuesto total de la Cámara alta.
Las bancadas en el Senado reciben esta suma de dinero y su manejo, por parte de la coordinación parlamentaria, es discrecional, ya que su comprobación carece de controles.
Esta falta de reglas en su uso ha permitido que el Partido Verde destine estos recursos para pagar sus campañas mediáticas.
Además de este gasto, los legisladores reciben por separado el pago de sus dietas, apoyos para gasolina y comida, así como viáticos cuando salen de viaje.
Fuente: El Diario de Juárez
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