Las autoridades mexicanas buscarán localizar a esta especie con delfines entrenados
La principal causa de muerte de la vaquita marina son las redes de pesca, particularmente las que usan furtivamente para cazar la totoaba, un pez cuya vejiga natatoria se vende en el mercado negro a miles de dólares
Autoridades mexicanas aseguran que para poder rescatar a los últimos 30 ejemplares que se estima que quedan de la vaquita marina, un mamífero acuático endémico de aguas nacionales, las buscarán con delfines adiestrados y con la creación de un espacio delimitado que las proteja de sus amenazas.
Señalaron que buscan “capturar algunas vaquitas marinas y ponerlas en un santuario temporal, para que en un momento dado reingresen las vaquitas del santuario al Alto Golfo de California (noroeste)”, comentó Lorenzo Rojas, coordinador de Investigación y Conservación de Mamíferos Marinos del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático, un órgano desconcentrado de la Secretaría de Medio Ambiente y Recurso Naturales (Semarnat).
A pesar de que la Semarnat dijo que aún quedan 60 ejemplares, un reporte del Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita marina (CIRVA) dijo que en realidad solamente quedan 30 vaquitas marinas en vida silvestre.
De acuerdo con el informe dado a conocer, la población de esta especie se ha reducido en un 90 por ciento en los últimos cinco años. Tan solo en 2016, la cifra pasó de 60 a 30.
Señalan que la principal causa de muerte de la vaquita marina son las redes de pesca, particularmente las que usan furtivamente para cazar la totoaba, un pez cuya vejiga natatoria se vende en el mercado negro a miles de dólares el kilo y especialmente en Asia, donde se le atribuyen propiedades rejuvenecedores e incluso afrodisíacas.
A pesar de que existen pocos datos al respecto, señalan que existe un registro de 128 vaquitas marinas enmalladas en las artes de pesca (redes) entre 1985 y 1992, un 65 por ciento en mallas para atrapar la totoaba, acusó el investigador.
Esta especia ha sufrido de amenazas desde hace años, aunque apenas es hasta ahora cuando las autoridades mexicanas están tratando de elaborar un plan para rescatarlas.
“En primer lugar se han de localizar las vaquitas, luego capturarlas y luego mantenerlas en confinamiento. Son varias etapas y cada una tiene sus riesgos e incertidumbres”, informó Jorge Urbán, profesor a investigador, quien además está a cargo del programa de Investigación de Mamíferos Marinos de la Universidad Autónoma de Baja California Sur.
Comentó que este tipo de iniciativas no se habían llevado a cabo antes, por lo que dijo que el espacio que se busca ser destinado para la vaquita probablemente sea una bahía con redes o alguna estructura.
Sin embargo, para el investigador Lorenzo Rojas, esta medida sólo sería temporal, mientras se resuelve el problema de las redes de pesca.
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