Las Procuradurías General de la República (PGR) y la de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) enfrentan las exigencias de la sociedad tras el asesinato de tres jóvenes mujeres de manera violenta en el último mes.
Ayer, estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), del Instituto Nacional Politécnico (IPN) así como algunos contingentes de feministas acudieron a la sede de la PGR, sobre la Avenida Paseo de la Reforma, para manifestarse en contra de la dependencia federal por las muertes de Edith Gutiérrez Pérez y Anayeli Bautista Tecpa, ambas alumnas de dichos centros universitarios, y de Angélica Trinidad Romero Severiano, una empleada de Liverpool hallada sin vida, presuntamente, en un baño de la tienda departamental en la que laboraba.
Compañeros de Edith expresaron que el feminicidio es un crimen de Estado, exhibe la inexistencia de un Estado de Derecho y que en el país hay condiciones idóneas para la reproducción de la violencia sin límite. Uno de los manifestantes afirmó que los feminicidios “tienen el común considerar a las mujeres como objetos prescindibles, maltratables y desechables”.
“Esta perversidad se encuentra alentada por la impunidad, por pésimas investigaciones, averiguaciones mal integradas, jueves misóginos para quienes la vida de las mujeres es secundaria. Hoy, todas esas condiciones tienen a miles de casos de feminicidios, entre ellos los de nuestras compañeras, sin justicia”, agregó. Compañeras de Anayeli aseguraron que “no aceptarán ni una muerta más de ninguna de nuestras compañeras, amigas, hermanas, madres, de ninguna de nuestras mujeres mexicanas”.
“Los estudiantes no vamos a estar pasmados, no nos vamos a quedar con los ojos cerrados, con la boca cerrada. Vamos a exigir justicia por cada uno de los atroces crímenes. Estamos aquí para que den la cara, para que no nos digan que son una cifra más”, advirtieron.
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