La guardería ABC se incendió en 2009.
Intentó rescatar a su pequeño, pero no lo logró y un bombero la ayudó.
Cuando la guardería ABC se incendió el 5 de junio de 2009, Danissa López Arvizu era profesora y su hijo estaba en Maternal B en el mismo plantel.
Ese trágico día, la docente salvó a la mayoría de los niños de su salón, pero no logró rescatar a su pequeño de tres años, quien murió dos días después por las graves quemaduras en su cuerpo.
“Pensé que su profesora salvaría a mi hijo Luis Denssel como yo intenté salvar a los míos, a los niños de mi aula que estaban dormidos a esa hora… no podía abandonarlos, eran menores de un año y medio, sólo estaba yo en el salón, ese día faltaron tres maestras de mi sala, la semana anterior hubo un brote de influenza y hubo mucho ausentismo”, cuenta.
“No lo pensé; sacaba a los niños que estaban dormidos sobre una colchoneta en el momento en que nos dimos cuenta del incendio. A veces agarraba a dos o tres a la vez, al final de cuentas los sentía como si fueran mis propios hijos, hasta que decidí ir por el mío”, narra.
En su camino encontró a un bombero que le indicó que no podía pasar, pues había una explosión.
Pero ella no escuchó, se mojó el cuerpo con un garrafón de agua, se quitó la bata del uniforme y lo amarró a su nariz y boca. El humo la venció. Lo último que escuchó fue la promesa del bombero: “!Yo lo sacaré!”.
Al recuperarse supo que a su hijo lo habían subido a una ambulancia. En el hospital tuvo que esperar para verlo junto con otros pequeños alumnos.
A siete años de su pérdida, ella no puede superarla. Le sigue comprando cosas a su hijo, incluso la comida que le gusta.
Fuente: El Universal
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