“¡Basta ya! No queremos más sangre. No queremos más muertes. No queremos más desparecidos”, clamó la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) en respuesta al homicidio del sacerdote Gregorio López Gorostieta.
“Exigimos a las autoridades el esclarecimiento de éste y de los demás crímenes que han provocado dolor en tantos hogares de nuestra patria, y que se castigue conforme a derecho a los culpables”, pidió la CEM.
En un comunicado, la Conferencia del Episcopado Mexicano puntualizó:
“Invocando la intercesión de Santa María de Guadalupe, renovamos nuestra invitación a unirnos para pedir a Dios por la conversión de todos los mexicanos, especialmente de quienes olvidan que somos hermanos y provocan sufrimiento y muerte, y para que todos nos comprometamos a ser agentes en la construcción de un México justo, reconciliado y en paz”.
Ayer fue hallado el cadáver del sacerdote Gregorio López Gorostieta sobre la carretera federal Arcelia-Altamirano, en el municipio de Tlapehuala, en la región de Tierra Caliente, Guerrero. El padre había sido secuestrado por un comando el pasado lunes 22.
Tomada de Proceso
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