El presbítero fue hallado con vida, pero con signos de tortura
Además de criticar al gobierno, intervenía en las injusticias cometidas contra el pueblo
El sacerdote José Luis Sánchez Ruiz, quien fue secuestrado la madrugada del pasado viernes, fue localizado con vida el día de hoy, aunque tenía “notables huellas de tortura“, informó el obispo de la Diócesis de San Andrés Tuxtla, Veracruz, Fidencio López Planza.
Mediante un comunicado, López Plaza pidió “la intervención oportuna” del Fiscal del estado, Luis Ángel Bravo, para esclarecer lo ocurrido.
En el documento, el obispo agradeció al gobierno estatal “su solicitud y su empeño” en la búsqueda del padre Sánchez Ruiz.
Fidencio López remarcó en su texto que “es momento de hacer valer el poder de la oración“. Agregó que con la oración “los cristianos hemos ganado grandes batallas”, por lo que pidió rezar “por nuestra Patria, oremos por nuestro Estado, oremos por nuestra Diócesis. Oremos por el padre José Luis”.
El sacerdote José Luis Sánchez Ruiz fue secuestrado en su domicilio ubicado en el municipio de Catemaco, Veracruz, la madrugada del pasado viernes.
De acuerdo con las primeras investigaciones, los vecinos escucharon ruidos, cuando los policías recorrieron el lugar de los hechos, observaron signos de violencia en el portón de la entrada.
“Cabe señalar que en sus predicaciones dominicales ha predicado sobre la situación de inseguridad en Catemaco, y en meses anteriores ya había recibido amenazas”, dijo la Diócesis de San Andrés Tuxtla en un comunicado.
Desde que llegó a Catemaco, el presbítero Sánchez Ruiz abanderó las más nobles causas para luchar contra las injusticias cometidas por caciques, la policía y el gobierno.
En cada una de sus misas, llovían reclamos contra el gobierno y los grupos delincuenciales que aterrorizan al sur de Veracruz.
Cada que había un secuestro en la región, el padre subía al púlpito en su Iglesia, la Parroquia de los Doce Apóstoles, y daba fuerte sermones contra las autoridades, calificádolas de incapaces y corruptas.
Si se enteraba de que algún cacique de la zona pretendía despojar de sus tierras a campesinos indefensos, el padre intervenía inmediatamente para evitar la injusticia.
Si escuchaba quejas por caminos en mal estado en la zona serrana de Catemaco, que dificultaran las cosechas, también exigía justicia y reclamaba a quien fuera necesario para pedir las reparaciones correspondientes.
No faltaron en sus discursos las críticas hacia la gestión de Javier Duarte de Ochoa “por todas las mentiras” que dijo a los veracruzanos.
Después de que desapareció los pobladores tomaron el Palacio Municipal de Catemaco y lo incendiaron, realizaron protestas, ocuparon una carretera federal, entre otras acciones con el fin de exigir justicia para el clérigo.
Las autoridades no dieron más detalles sobre su secuestro y rescate con vida.
Fuentes: Aristegui Noticias, La Jornada y SinEmbargo
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