El pasado fin de semana fue sorprendido por el alcoholímetro el vocero de la Diócesis local, Carlos Alvarado, informó el director de tránsito municipal, José de Jesús Gutiérrez Benavides.
En entrevista con los medios de difusión, Gutiérrez confirmó que “por los filtros de alcoholimetría han pasado diferentes personalidades; puedo comentar que desde políticos; inclusive, y con todo respeto, han caído también sacerdotes que tras ser evaluados se verifica que tienen aliento alcohólico”.
El sacerdote salió en su defensa. En entrevista por separado, argumentó: “Venía de oficiar tres misas. No me eché ni medio litro, ni una cuba”. Dijo desconocer cómo miden en el organismo la cantidad de alcohol.
El sacerdote al dar aliento alcohólico fue detenido unos minutos y se le endosó una multa de 665 pesos que al pagar salió en libertad.
En tanto, el obispo de la diócesis, José María de la Torre Martín, salió en defensa de su pastor. “No somos ángeles; somos seres humanos y también tomamos cerveza y, de vez en cuando, un caballito o dos”.
El purpurado comentó que la mitra sí sanciona a los sacerdotes que son alcohólicos. “Si hay una alcohólico que no se disciplina, se le suspende la facultad de celebrar misa y escuchar confesiones, hasta que reciba un tratamiento y se le dé de alta”.
De la Torre Martín evitó precisar cuántos prelados han sido evaluados y considerados como alcohólicos de los poco más de cien sacerdotes que pertenecen a esa diócesis.
Con Información de La Jornada
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