La Ciudad de México es una zona de alto riesgo sísmico, por lo que es necesario que todos los habitantes tengan en mente las siguientes recomendaciones cuando se presente un sismo.
Antes de un sismo
• Identifica y marca las zonas más seguras en casas, escuelas, oficinas, edificios y calles para ubicarte en ellas. Es importante alejarse de ventanales y cables de alta tensión.
• Busca lugares seguros cercanos para la concentración de personas, como parques o casas de familiares, con el fin de localizarlas fácilmente y ponte de acuerdo con los familiares.
• Localiza las rutas de evacuación y realiza simulacros preventivos de comportamiento.
• Colocar tus muebles de manera que los pasillos queden despejados y los objetos no puedan caer encima de nadie.
• Revisa periódicamente las instalaciones de gas y luz para evitar una complicación del desastre.
• Ten un botiquín, botellas de agua, lámparas, pilas y un radio siempre a la mano.
• Aprende técnicas de primeros auxilios, junto con tu familia.
• Si tienes la oportunidad de escuchar la alarma sísmica. ¡No lo pienses! Sal de inmediato del lugar en que te encuentres y colócate a salvo. No pierdas tiempo regresando por tus cosas o viendo si es verdad o no. Es mejor exagerar que quedar atrapado.
Durante un sismo
• Mantén la calma y ayuda a que otros hagan lo mismo. No corras, no grites y no empujes a nadie. Muchas veces hay más accidentes durante la evacuación, que por efectos del sismo.
• Colócate bajo los escritorios, mesas fuertes o en los sitios marcados como seguros como son los marcos de puertas y junto a pilares de contención de edificios. Aléjate de ventanas que puedan romperse con el movimiento.
• Si es posible cierra las llaves de gas y desconecta aparatos eléctricos, pero no pierdas tiempo en esto.
• Si hay peligro de incendio o fuga de gas, llama a los expertos.
• Si es posible salir a la calle, posiciónate en lugares alejados de cables de alta tensión.
Después de un sismo
• Sal de los edificios y casas. Permanece un buen rato fuera de ellos.
• Revisa los daños externos antes de entrar nuevamente y los internos antes de que tu familia entre. Si notas fisuras en las paredes, no entres, ya que si se produce una réplica del temblor o si el inmueble está muy dañado, puede colapsarse fácilmente.
• Solicita ayuda en caso de ser necesaria, si huele a gas, hay incendio o quedaron atrapadas algunas personas.
• No utilices elevadores y ten cuidado al pisar escaleras, si sientes que están flojas, mejor quédate donde estás.
• No utilices gas, aparatos eléctricos o enciendas cerillos.
• No consumas alimentos que estén en contacto con polvo, vidrios, escombros u otro contaminante.
• Enciende un radio de pilas, para mantenerte informado. Atiende las indicaciones del personal de protección civil siempre.
• Prepárate para las réplicas. A veces éstas son menores pero con mayores consecuencias por los daños existentes y pueden presentarse hasta después de varios días.
• Evita saturar las líneas telefónicas para que los servicios de emergencia puedan atender las llamadas de urgencia.
Si quedas atrapado
• Trata de mantener la calma mientras llega la ayuda. Aunque tarde, ésta llegará.
• Si estás lastimado, y puedes hacerlo, controla la hemorragia, en caso de haberla, y no te muevas. Tampoco debes mover a otra persona si sospechas de fractura, a menos que haya peligro.
• Haz ruidos para que puedas ser escuchado.
• Por ningún motivo enciendas cerillos, sobre todo si huele a gas o hay sospecha de fuga.
Ahora ya lo sabes. Protégete a ti y a tus seres queridos compartiéndoles estos consejos.
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