Un presunto testigo afirma que los grupos religiosos sirven para reclutar jóvenes y prostituirlos
Además acusó a un activista de la comunidad LGBTI de llevar adolescentes dedicados a la prostitución a ese tipo de congregaciones
La investigación de una asociación pro derechos humanos evidenció la presunta existencia de una red de prostitución en la Diócesis de Saltillo, Coahuila. La denuncia se suma a los señalamientos de pederastia que ya existen en la misma congregación eclesiástica.
De acuerdo con un supuesto audio testimonial, tanto los grupos juveniles, como los retiros espirituales han sido utilizados para reclutar y dirigir a quienes integran a este tipo de práctica.
Una presunta víctima, identificado como Alexis de 26 años de edad, que formó parte de estas actividades a los 13 años de edad, señaló que desde hace años esas agrupaciones de tipo religioso han servido para la corrupción de menores, pero en la actualidad los jóvenes acceden a las prácticas sexuales para obtener un beneficio económico.
Además, el supuesto testigo señaló a Carlos Llamas, activista de la comunidad LGBTI, como el encargado de llevaba a adolescentes dedicados a la prostitución a dichos grupos religiosos encabezados por el padre Robert Cougan, responsable de la Pastoral Penitenciaria.
El pasado 18 de enero, el diario Vanguardia dio a conocer que el juicio contra El Padre Meño, acusado por exseminaristas de abuso sexual, dejaría al descubierto que la pederastia clerical fue una práctica que se estableció en Saltillo, donde curas se habrían aprovechado de menores en la Alameda para tener relaciones sexuales con ellos.
Con información de Vanguardia
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