El programa de trabajo presentado en la MIA sólo considera la etapa 1 del proyecto
“La Semarnat no tiene hoy la información suficiente que requiere para emitir (…) un resolutivo de impacto ambiental”
La Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) de la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena) para el nuevo Aeropuerto de Santa Lucía presenta carencias sobre la descripción de la obra.
Lo anterior, según un reporte referido por el diario Reforma en el que se evidencia que la MIA se hizo con base en un plan maestro preliminar.
En dicho reporte, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), encargada de emitir la autorización de impacto ambiental, recibió observaciones de organizaciones que advierten sobre los estudios de impacto y riesgo ambiental que presentó la Sedena.
En el documento se destacó que estos estudios fueron diseñados sin considerar al menos una ingeniería básica que permita contar con mayores elementos para la identificación, jerarquización y modelación de riesgos.
Lo anterior significa que se elaboraron de manera conceptual y sólo bajo supuestos de diseño, ya que no existe un proyecto ejecutivo de toda la obra.
“La Semarnat no tiene hoy la información suficiente que requiere para emitir de manera fundada y motivada, un resolutivo de impacto ambiental por lo que, o rechaza la MIA regional presentada por la Sedena o le solicita la información adicional con la que no cuenta para poder hacer una evaluación de impacto ambiental de dicha obra de manera objetiva e imparcial“, señalaron las organizaciones Colegio de Biólogos de Mexico, A.C. y Colegio de Ingenieros Químicos y Químicos, A.C.
A partir este análisis, se identificó que en la MIA la obra se justifica con un estudio realizado por la consultora Navblue, sin embargo, en este no se proporciona una conclusión definitiva sobre la viabilidad de convertir la Base Aérea Militar No. 1 de Santa Lucía en un Aeropuerto comercial.
Destacó que el programa de trabajo presentado en la MIA sólo considera la etapa 1, que comprende de 2019 a 2021.
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En este sentido, el mismo no aborda la segunda etapa que incluiría un segundo edificio terminal para entrar en operaciones en 2022, ni tampoco se hace referencia a la tercera etapa, en la que estaría prevista la construcción de dos edificios adicionales dentro de 30 años.
Asimismo, se omite mediante qué obras se dará solución a la incidencia que tiene con el Cerro de Paula, en referencia al cono de aproximación y despegue de la pista 04C-22C.
Respecto al suministro de agua, se menciona que será mediante pozos ubicados dentro de la Base de Santa Lucía, pero las organizaciones enfatizaron que se debe considerar que éstos están sobre un acuífero sobreexplotado.
Además, se detectó que entre las superficies referidas en la MIA, que incidirán en el proyecto, y las que resultan cuando se corroboran las coordenadas incluidas en el estudio existen notables diferencias.
Entre otras cuestiones, también se advirtió que la Manifestación no cumple con los criterios de evaluación ambiental, debido a que no se identificaron los factores ambientales que serán modificados ni el aumento de los valores de estos en periodos de 5, 10, 15 y 20 años.
Tampoco se describieron las tendencias o riesgo que tendrá el sitio del proyecto en relación con desastres naturales, ni se hizo una evaluación paisajista ni se emitió un diagnóstico ambiental que establezca el tiempo cero, mismo que sería la base para las proyecciones futuras.
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