El artículo 127 de la Constitución señala que ningún funcionario puede ganar más que el presidente de la República
Algunos especialistas y exfuncionarios consideran dichas medidas como un arma de doble filo, pues podrían detonar una fuga de talento del servicio público a la iniciativa privada
El proyecto de “austeridad republicana” que propuso el virtual presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, reduciría el sueldo a un grupo de entre cinco mil y ocho mil servidores públicos, quienes actualmente ganan más de los 108 mil pesos al mes que el tabasqueño percibirá en cuanto asuma su cargo.
Datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), retomados por El Financiero, señalan que durante 2018 se contabilizaron tres mil 600 trabajadores de base y casi cuatro mil 500 trabajadores de confianza que superan dicho tope.
Además, de cumplirse la promesa de recortar hasta 70 por ciento el número de plazas de este último grupo, son al menos cinco mil trabajadores los que verían una reducción en su sueldo.
El tabulador salarial de la administración pública es actualmente encabezado por el presidente de la República, quien cobra dos millones 579 mil pesos al año (214 mil 994 pesos mensuales).
Según el artículo 127 de la Constitución, ningún funcionario puede ganar más que el presidente de la República, por ello las posiciones que se verían afectadas en todas las dependencias son las de Secretario de Estado, Subsecretario de Estado, Oficial Mayor, Jefe de Unidad, Director General y Director General Adjunto.
AMLO y las promesas que cumpliría al llegar a la Presidencia
Al respecto, algunos especialistas y exfuncionarios consideran dichas medidas como un arma de doble filo, pues sí generan ahorros y menor presión en las finanzas públicas, pero también podrían detonar una fuga de talento del servicio público a la iniciativa privada.
En este sentido, Aristóteles Núñez, exjefe del Servicio de Administración Tributaria (SAT), consideró que si bien la reducción de los salarios podría generar pérdida de talento en algunos puestos, no significa que los nuevos funcionarios que lleguen no estén a la altura del proyecto que pretende la nueva administración.
“Es posible que a muchos de esos nuevos potenciales funcionarios les parezca atractivo el sueldo y las condiciones que se impongan en la nueva administración y hagan un buen papel”, comentó.
Por su parte, Miguel González, coordinador del Centro de Estudios Financieros y de Finanzas Públicas de la UNAM, expuso que se deben limitar los sueldos, pero de forma acotada.
“Me parece que se han extralimitado las percepciones, prestaciones y privilegios de los servidores públicos de niveles superiores y deben acotarse. Sin embargo, extenderlo a todos los niveles de gobierno daría al traste con el servicio civil de carrera”, dijo.
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