Por Manuel Tenedor*
Han pasado cuatro años y no se le perdona al movimiento #YoSoy132 no haber podido alcanzar los objetivos trazados en su fundación, por así decirlo. El eje principal del colectivo fue la urgente democratización de los medios de comunicación en México. Aquella visita del todavía candidato Enrique Peña Nieto a la Universidad Iberoamericana fue el detonante de una inconformidad social que venía creciendo silenciosamente en un sector de la población que no nos tiene acostumbrados a fijar una postura política tan contestataria.
La arrogancia del poder con la que EPN respondió a los cuestionamientos que le hicieron los estudiantes respecto a la represión en San Salvador Atenco y los feminicidios en el Estado de México, rompieron todo protocolo y agudizaron el repudio estudiantil a tal punto que Peña Nieto salió abucheado del auditorio y huyendo de las instalaciones universitarias.
Cuando parecía que todo quedaba en un hecho aislado, el Presidente del PRI de aquel entonces y actual Secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, acusó a los estudiantes de ser “un puñado que hacen de la intolerancia una religión”. Por su parte Arturo Escobar, el güero del Partido Verde, icono de corrupción y líder del senado verde en aquel momento, aseguró que grupos cercanos a López Obrador orquestaron las protestas y que no eran jóvenes los estudiantes de la Ibero por que ya se veían algo “mayorcitos”.
La prensa al servicio del poder trató de vanagloriar a su candidato y minimizar las protestas registradas. La Organización Editorial Mexicana (OEM) propiedad del fallecido Mario Vázquez Raña que cuenta con 70 periódicos a nivel nacional, publicaron en primera plana: “Éxito de Peña en la Ibero pese a intento orquestado de boicot”. Otros medios como Televisa y Milenio apapacharon al priista y se lanzaron con todo a los estudiantes. Ante tales afirmaciones del equipo Peñista y la guerra mediática en su contra, los jóvenes respondieron con ejemplar responsabilidad civil y subieron a Youtube un video en el que se identificaron 131 alumnos de la Ibero con credencial en mano negando ser porros y acarreados. Es aquí donde nace oficialmente #YoSoy132 de la manera más accidental y de repente un movimiento estudiantil volvió a ocupar las calles,las plazas y espacios en la prensa. Se intensificaron las Marchas Anti EPN por todo el territorio nacional y en internet la reputación de Peña Nieto y Televisa se fue todavía más en picada. En ese momento daba la ilusión de que se podía evitar el regreso del PRI a los Pinos. Desgraciadamente para el país, eso no se pudo evitar. Las campañas mediáticas para deslegitimar y desmoralizar al movimiento en conjunto con el autoritarismo priista resultaron exitosas. La sociedad civil abandonó la consigna y poco a poco fue dándole la espalda al colectivo. El #YoSoy132 nunca terminó por definirse políticamente más allá de insistir en ser apartidista y no tener un líder. Algunos miembros fundadores fueron seducidos por lo que tanto criticaban, otros encontraron espacios para defender los DH y para otros hubo persecución política.
Los reproches al #YoSoy132 de cierta manera son reproches a nosotros mismos como sociedad ya que no supimos aprovechar el ímpetu político de la juventud por imponer subjetividades y escepticismos inútiles. Seguramente no fue el primero ni será el último movimiento que surja pero hay que tener claro que el enemigo público del #YoSoy132 y de cualquier otro movimiento que pretenda cambiar algo que debe cambiar, son los medios de comunicación al servicio del poder y la apatía social. Aprendamos la lección.
*Twitter: @ManuelTenedor
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