Mientras nuestros políticos y primeras damas son dueños de casas y mansiones cuyo valor estimado asciende a cifras de seis dígitos. Al otro lado de sus propiedades, en un mundo casi paralelo que no conocen ellos ni sus hijos, existen otro tipo de casas.
Casas que no fueron adquiridas misteriosamente por constructoras corruptas al servicio de los políticos. Casas que sí son construidas a base de los esfuerzos de toda una vida y no sólo con 25 años trabajo. Casas en donde apenas un foco ilumina el comedor. Casas en donde ni siquiera el servicio de agua potable existe.
Fotografía tomada en la Sierra Tarahumara, Chihuahua.
Por: @OrlandooPaes
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