Para los habitantes de este lugar, no es democracia perfecta, sino una cuestión cultural.
En Borgarfjörður eystri, un pueblo en el este de Islandia y que cuenta con una población de 124 habitantes, el sistema electoral funciona sin partidos políticos y sin campañas electorales.
Pese a lo anterior, los pobladores pueden presumir que la democracia funciona.
El alcalde y los concejales se eligen en las urnas, pero no hay uno o dos candidatos, sino que en el momento de la votación todos los ciudadanos censados y con derecho a voto se convierten en aspirantes a dirigir el ayuntamiento.
A pesar del éxito que tiene y de lo mucho que se ahorran en políticos, los habitantes de Borgarfjörður eystri no ven esto como un sistema democrático perfecto sino como una cuestión cultural.
En Islandia el sistema electoral establece que los pequeños municipios que no cuenten con listas de partidos políticos o de ciudadanos independientes deben escoger a sus representantes entre los mayores de edad del lugar.
No es el único poblado donde esto ocurre. Un total de 18 poblaciones votaron a sus representantes locales de esta forma.
Fuente: Vice
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