Que PRI y PAN impulsen a dos mujeres para contender por la gubernatura de Nuevo León no es un hecho fortuito, pero tampoco algo que involucre la deseada equidad de género: la realidad es que ambos partidos decidieron embarcarse a una guerra de popularidad.
Por un lado se encuentra Ivonne Álvarez, quien paso del mundo de la conducción (donde tampoco fue una luminaria) a ocupar cargos públicos; mientras tanto, Margarita Arellanes se transformó en alcaldesa de Monterrey, tiempo durante el cual impulsó su imagen a diestra y siniestra a través del uso de recursos públicos. No se trata de capacidades, sino sobre quien de las dos es más famosa.
Álvarez fue electa por “unidad”, eufemismo reciente del tricolor que cubre la deficiencias de la palabra dedazo.
Por su parte Arellanes aún compite con Felipe de Jesús Cantú por ocupar la gubernatura, a pesar de que, desde hace años, la militancia se ha “cargado” por la dama. Dentro del PAN Nuevo León lo ven como una estrategia, después de todo necesitan carisma de mujer para frenar a otra mujer que es bastante popular.
Insistimos, no se trata sobre capacidades, sino de popularidad.
En la misma pelea desde hace años
Arellanes y Álvarez estudiaron Derecho y Ciencias Jurídicas en la Universidad Autónoma de Nuevo León, incluso fueron compañeras de generación.
Entonces no se hablaban, aunque sí se saludaban, comentan diferentes personajes (las dos se reecontraron hace unos meses en una reunión de grupos).
La reaalidad es qye Arellanes no era muy destacada, pero Álvarez si logró posicionarse como una de las alumnas más destacadas de su facultad.
Sin embargo, al salir de la licenciatura, Arellanes comenzó a ocupar cargos públicos de inmediato, mientras que Álvarez decidió incursionar en el mundo de los medios de comunicación como conductora de programas de banda. Algunos momentos que ahora avergüenzan a la destacada alumna es un video donde come un plátano mientras un stripper le baila.
A Arellanes no le fue mejor, si bien mantuvo una carrera discreta hasta llegar a la alcaldía regiomontana, entre sus pifias destaca darle las llaves de la ciudad a Jesucristo y manifestar constantemente su inclinación a posturas radicales de derecha. Además, aunque trataron de minimizar el hecho, la realidad es que estuvo promocionando su imagen con recursos municipales.
Aquí un frente a frente de las dos cartas fuertes para ganar en Nuevo León.
Escrito por Héctor Escamilla. Infografía Cynthia Gómez
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