La mayoría de los mexicanos tienen un servicio intermitente de agua
La investigación evidenció que los trabajadores del gobierno hacen que los ciudadanos demuestren su afiliación política para recibir agua
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) utiliza la escasez del agua en el Estado de México para manipular a los votantes, así lo reveló el estudio de la investigadora Verónica Herrera, de la Universidad de Connecticut, Estados Unidos.
De acuerdo con Herrera, desde hace mucho tiempo el tricolor ha cerrado el suministro de agua en municipios cuyos alcaldes pertenecían a partidos de oposición, sobretodo cuando se acercan las elecciones municipales.
La investigación asegura que los trabajadores del gobierno incluso piden a las personas que muestren sus tarjetas de identificación, para demostrar su afiliación al partido gobernante, antes de recibir su agua.
Ésta es una práctica que se extiende en todo el territorio nacional, según la investigadora, con el fin de conseguir votos a cambio de prometer “servicios de agua gratuitos o subsidiados, en lugar de cobrar en función del consumo”, sobretodo en comunidades de bajos recursos económicos, que dependen casi exclusivamente de lAs pipas.
De manera oficial, todos los mexicanos tienen acceso a agua corriente. Sin embargo, la mayoría de los ciudadanos tienen un servicio intermitente y una presión muy baja, situación que se acentúa en las personas más pobres.
Trabajadores de un municipio mexiquense, que fueron entrevistados para dicho estudio y que solicitaron el anonimato, aseguraron que gran parte de la infraestructura utilizada en los servicios hidráulicos era decrépita, no por falta de tecnología, sino porque cada vez que el equipo falla el alcalde le dice a sus amigos que lo repararen para también beneficiarse.
Asimismo, los ingenieros que accedieron a las entrevistas confirmaron dicha información, y expresaron su frustración porque en muchas veces se les prohibía realizar reparaciones técnicas para mejorar el servicio local de agua debido a los “compromisos políticos” de un alcalde.
En su estudio, Herrera aseguró que un director de agua al que conoció se jactaba abiertamente de usar el servicio público de agua para su beneficio político y personal, ya que el funcionario aceptó que una vez había desconectado suministros a todo un vecindario durante semanas debido a una disputa con otro empleado de la ciudad.
En otro caso que ocurrió en Xalapa, Veracruz, la académica descubrió que la ubicación de tuberías subterráneas y otras infraestructuras críticas de agua estaba resguardada como un secreto de estado, conocida solo por un puñado de trabajadores públicos, que los hizo irremplazables.
Con información de SinEmbargo
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