Acordaron crear un “grupo técnico revisor” para que éste presente una nueva propuesta
A dicha iniciativa también se sumaron legisladores de otros partidos
Una división interna entre los senadores del PRI frenó la aprobación de la reforma constitucional para eliminar el fuero, la cual ya había sido admitida por la Cámara de Diputados la semana pasada.
Por ello, las comisiones unidas de Puntos Constitucionales, Gobernación, Justicia, de Reforma del Estado y la de Estudios Legislativos acordaron crear un “grupo técnico revisor” para que presente una nueva propuesta, luego de siete horas de discusión.
Aunque al inicio de la sesión de las comisiones unidas la bancada del PRI, incluido su coordinador Emilio Gamboa, se manifestó a favor de la minuta de los diputados, durante el debate el senador priista Manuel Cavazos Lerma propuso la creación dicho grupo técnico.
A dicha iniciativa se sumaron varios de sus compañeros, algunos integrantes del PAN, así como varios los legisladores sin partido, así lo dio a conocer el diario El Financiero.
“No le corregimos la plana a la Cámara de Diputados, sino lo que buscamos es cooperar para corregir lo que está mal hecho, en beneficio de todos. No hay duda acerca del objetivo, pero sería una gran irresponsabilidad que se apruebe una reforma que causará un mal mayor y una ingobernabilidad”, sostuvo Cavazos.
Fue Enrique Burgos, coordinador de las comisiones unidas, quien avaló la propuesta e instruyó a los grupos técnicos a recoger las “observaciones” de cada partido y a tratar de buscar una nueva redacción. Detalló que las comisiones se mantendrán en “sesión permanente”, pero no dio fecha ni hora para una nueva reunión.
Pese a que varios senadores panistas apoyaron la propuesta del PRI, Jorge Luis Preciado, del PAN, advirtió que el próximo lunes termina el último periodo ordinario de esta legislatura en las dos cámaras del Congreso y ya no habrá tiempo para legislar, por lo que el tema quedaría congelado.
Por su parte, la senadora independiente Martha Tagle acusó que frenar la reforma “fue sólo una estrategia del PRI para echar atrás algo que, en el fondo no quieren, pero que no saben cómo decírselo a su candidato José Antonio Meade”.
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