Presos de EU son llevados a trabajar a Coca-Cola gratis
Dos programas de rehabilitación similares fueron acusados de tráfico humano y de fraude, por lo que se espera que SOAR corra la misma suerte
Thomas Landrith, juez retirado de Oklahoma, es acusado de ser el principal impulsor de un programa de rehabilitación en el que los presos deben trabajar a tiempo completo, sin cobrar, para una embotelladora de Coca Cola y otras empresas.
El programa lleva el nombre de Southern Oklahoma Addiction Recovery, (SOAR) el cual tiene la finalidad de que los imputados realicen estas labores si quieren evitar ir a la cárcel. Además se les exige que digan que no tienen empleo y entreguen sus cupones alimenticios al programa, lo que según los reguladores del estado es un fraude.
Así lo reveló la investigación que lleva a cabo Reveal acerca de programas de rehabilitación en EU, donde detalló que SOAR fue lanzado por Landrith en el 2008, inspirado en un programa parecido fundado por un vendedor de metanfetaminas que una vez pasó por su juzgado.
Hoy SOAR alberga a unos 45 individuos que trabajan en la planta embotelladora, en un negocio de limpieza de autos propiedad de uno de los miembros de la junta de SOAR, en una compañía de techos y en una factoría de Leachco que produce almohadas para mujeres embarazadas.
En lugar de pagarles a los trabajadores, las empresas le pagan a SOAR y no deben pagar impuestos ni seguros para accidentes laborales, señaló el programa.
Los imputados, además de trabajar, deben asistir a terapias de grupo una vez a la semana y a misa dos veces a la semana. Si completan el programa de seis meses sin infracciones, podrán recibir un sueldo de 500 dólares.
Sin embargo, más de una docena de personas que participaron en el programa aseguraron a Reveal que estaban más pendientes del trabajo que de la rehabilitación y calificaron al programa como denigrante.
Una vez que obtienen las tarjetas de alimentos, SOAR las confisca y cada tanto llevaban a un grupo al supermercado local de Walmart y los hacen comprar comida para todo el centro de rehabilitación con las tarjetas, hecho que es ilegal.
Luego de que el informe de Reveal fuera dado a conocer, la embotelladora Ada Coca-Cola Bottling Co. informó que dejaría de participar en el programa, pues Coca-Cola prohíbe el trabajo forzado en sus embotelladoras independientes.
A través de un comunicado, la empresa dijo tomar muy en serio lo plateado en el informe, pues participan “en el programa SOAR por el bien que hemos visto le puede hacer a la gente en nuestra comunidad y esperamos poder colaborar con SOAR para revisar las condiciones del programa”.
De acuerdo con una publicación de Sin Embargo, esta investigación saca a la luz una serie de cuestiones éticas y legales sobre estos programas de rehabilitación, pues involucra la participación de Thomas Landrith, uno de los jueces más renombrados de Oklahoma, lo cual refleja el alcance de este tipo de modelos de rehabilitación, que involucran a corporaciones grandes, políticos poderosos e incluso personal del sistema judicial encargado de hacer cumplir las leyes.
De acuerdo con algunos expertos en leyes, muchas personas colocadas en SOAR no han sido halladas culpables de nada todavía.
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