Por Jonathan Ruiz
En su gasolinera de Houston, Texas, Pemex vende la gasolina a siete pesos, pero ¿por qué tan barata allá? La respuesta simple es porque allá sí hay un mercado y aquí hasta el momento sólo hay un proveedor.
Pero esto requiere un mejor análisis.
Paso 1. Para el gobierno, todos los clientes de gasolina de Pemex, encabezada por Emilio Lozoya, están en Houston o muy cerca de ahí.
La referencia para fijar precios aquí, está en la Costa del Golfo de Estados Unidos.
¿Por qué? Porque en México, en ausencia de uno propio, tomamos como referencia un mercado importante cercano del cual importamos gasolina.
Paso 2. Es el Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios y se mueve alrededor del precio texano.
Paso 3. Nadie se daba cuenta del vaivén porque el precio en México permanece en una ascendencia estable. O sea, siempre se encarece ajustando la formulita, aunque algunas raras veces se encarece menos que para los vecinos del norte.
Paso 4. Ahora, la gasolina allá está barata por el desplome del precio del petróleo, insumo principal del combustible.
Pemex entró al mercado texano con la primera de cinco gasolineras y tuvo que vender al precio que le compran sus clientes locales: siete pesos por litro. Si la vende más cara, nadie entraría a su gasolinera.
Paso 5. Con las nuevas reglas de la reforma energética, el gobierno sabrá exactamente cuánto le tocará de IEPS cada año, pues fijó una base. Y si el precio varía en Houston, el problema será de Pemex o de cualquier otro productor o comerciante que venga a ofrecer gasolina, que podrá poner el precio que quiera, dentro de un rango autorizado por el gobierno.
Puedes leer el texto completo en: El Financiero
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